GUILLERMO RÍOS BORDÓN > CINEASTA

“Hacer cine es mi forma de ayudar a seguir creciendo como sociedad”

Guillermo Ríos
Guillermo Ríos, mientras rueda una de las escenas de su último corto, El Chola. / DA

VERÓNICA MARTÍN | Santa Cruz de Tenerife

Guillermo Ríos Bordón. Cineasta. Está en un gran momento de su vida. Espera un bebé. Acaba de regresar de Cannes y su último corto, ‘el chola’, ha ganado premios nada más nacer. Es feliz aunque su obra pueda parecer triste.

-Acaba de regresar de Cannes, del festival más glamuroso e internacional, ¿qué sensaciones trae?

“Vengo eufórico. Es la manera de conectar con la industria en todo el mundo. En Cannes está representado el cine de todos los países y se abren muchas posibilidades para producir proyectos, presentar tu obra como director a nivel mundial. Sin duda es el Festival. Es un auténtico espectáculo. Hay colas a todas horas. La gente está días antes esperando para ver una película. Me llamó la atención que en las de la sección oficial había que ir de rigurosa etiqueta, algo que le da un toque especial. Eso sí, presentan el cine como industria y tienen muy claro que es un negocio”.

-Su corto participó en la sección comercial de Cannes, el Short Film Corner…

“Es un mercado donde se encuentran los compradores de televisiones y productores de largometrajes que muestran interés por oír tu siguiente proyecto… Nos sirvió como presentación para poder levantar el próximo trabajo. Conectamos con la industria y tenemos muy buenas sensaciones al respecto. Hemos contactado con muchas productoras de Alemania, Francia e Italia e, incluso, con productoras muy importantes del cine español que para lograr una cita con ellos puedes estar meses pero…al verte en Cannes, ya te consideran de otra manera”.

-Para ganar festivales -como es su caso- ¿prima el producto o sa-ber moverse en ese mercado?

“Creo que el producto es lo principal, sobre todo para los festivales grandes. Otra cosa es que quieras buscar festivales específicos según la temática de tu cortometraje y ahí reduces posibilidades. Eso sí, el corto tiene que tener una ración universal para poder captar más público. Hay que entretener al tiempo que se lleven una reflexión”.

-Las temáticas que suele reflejar en sus trabajos son siempre sociales: tanto en el caso de Nasija como Lágrima negras y El Chola…

“Me apoyo en estas temáticas sociales para sentirme más útil. Es mi forma de ayudar a seguir creciendo como sociedad. Lo único que sé hacer es realizar, hacer cine y contar historias. Me siento útil ofreciendo una visión reflexiva sobre nuestro entorno y contarles a las personas de dónde venimos y hacia dónde vamos. Es mi forma de estar más integrado en la sociedad”.

-Es usted el el autor del corto más premiado de la historia de Canarias (Nasija). ¿Cómo se vive con eso?

-«En el año 2007 Nasija fue el corto más premiado de España y es la obra cinematográfica más premiada de la historia de Canarias. Esos datos dan un poco de vértigo a la hora de ponerte a hacer otro trabajo y me he enfrentado a esto buscando la esencia de la historia. Los premios te lo tomas con mucha alegría y con mucha ilusión. Estuvimos en 25 países desde Japón hasta Brasil o Argentina y se llevó premio en ocho países, muchos de ellos del público…ha sido un paso más para seguir creciendo dentro de la industria pues con los cortos puedes probar nuevas formas narrativas. Te sirven para formarte y seguir”.

-Precisamente, la palabra industria se ha visto relegada del mundo del arte pero ya la cultura aporta más al PIB que el sector primario. ¿Cómo ve la relación entre arte y empresa?

“En Estados Unidos, la primera industria junto con el desarrollo aeroespacial es el cine. Los americanos lo tienen clarísimo: El cine es una gran industria y es como han vendido al mundo su sistema de vida. Mueven millones de euros cada año. En España, no ha tenido en cuenta a la masa y se ha optado por hacer miradas muy personales y muy íntimas que no han sido aceptadas por el público masivo”.

-¿Cuando se plantea un proyecto, tiene en cuenta esa visión comercial?

“La esencia de un artista es expresarte. Hay que buscar mecanismos para combinar los ingresos económicos con esto. Me he formado para estar dentro de la industria pero creo que las personas deben dedicarse a lo que les guste porque, si no seremos seres frustrados. Lo ideal es la combinación de ambos objetivos”.

-Parece una persona muy positiva y alegre. Sin embargo, las temáticas de sus cortos son muy duras y negativas, ¿Por qué es esto?

“Debo tener un interior más triste de lo que puedo mostrar al exterior. Todos tenemos un lado oscuro y nos interesa más ese lado porque nos muestra el error y los conflictos por resolver”.

-Está preparando su primer largometraje. ¿Será triste también?

“Pues, es la historia de un niño soldado veinte años después de ese momento contada desde una gran ciudad europea”.

-¿En qué fase está?

“Estamos en contacto con productoras internacionales que han mostrado mucho interés y estamos intentando montar la película el próximo año o como muy tarde en 2013”

-En su último corto, El Chola, exhibe una violencia callejera que a veces nos resulta lejana, ¿lo es?

“La vida está llena de círculos y son como niveles. Naces en uno y no eres consciente de que hay otros a tu alrededor con los que no te mezclas. La historia de El Chola está basada en la realidad y en la violencia a través de internet. Está extraída de la realidad pura y dura con respecto al éxito de internet, Facebook o Youtube se puede mostrar todo lo que quieras, todo vale. Algunos lo hacen para destacar y otros, muestran sus conocimientos. En esta historia, por lo que sea, muestran lo que saben hacer que es la pelea. La lucha es su manera de enfrentarse al mundo porque viven en un barrio agresivo, y no han sido educados de otra forma: tienen mucho odio contenido y una continua frustración interna pues tienen la idea de que todo le va air mal y se defiende”.

-¿Por qué eligió esa historia?

“Era una historia muy interesante y todos reconoceremos en el personaje principal a amigos o conocidos que no han tenido la suerte de nacer en otro círculo. Es también una reflexión sobre las redes sociales y el éxito en ellas. ¿Todo vale?”

-¿Qué le parece el fin del Festivalito de La Palma por la falta de apoyos y financiación?

“Es una pena. En los últimos años, el director estaba al borde del precipicio con este festival porque siempre parecía que no podría hacerlo y lo lograba, salvo este año. Es una pena porque El Festivalito supuso una explosión de talentos en Canarias y ofrecía posibilidades a los creadores de las Islas. Han salido cortos que han ganado festivales fuera como es el caso de mi Lágrimas negras. El Festivalito me merece solo palabras de apoyo y como yo, los cineastas de las Islas y de fuera de las Islas porque no es un festival de cine al uso sino una convivencia de cineastas donde se compartía una experiencia única. Allí se podía rodar en horas un corto y presentarlo a los demás y poder discutirlo para saber en qué te equivocas. Es una pena perderlo”.

-Sin embargo, el Festival Internacional de Cine de Las Palmas se mantiene…

“Y ojalá que se aguante porque es una posibilidad que tenemos para mostrar al público lo que se hace en Canarias”.

-¿Qué opina de los movimientos sociales como los que estamos viviendo en los últimos días, con manifestaciones y demás?

“Creo que con la crisis nos estamos comprometiendo más y ya era hora de hacerlo. Al final, tenemos lo que nos merecemos por no actuar en contra de lo que no nos gusta. Hay que actuar y ofrecer medidas. Los políticos buscan medidas pero los ciudadanos también tienen que ofrecer alternativas a esas medidas. Esta reacción de estos días es positiva para poder avanzar. Nos quejamos en cierta manera del sistema que hay actualmente y queremos una democracia mejor”.

-¿El cine se ha abaratado mucho con las nuevas tecnologías?

“Sí, pero la industria con la crisis ha bajado. Todo tiene su lado positivo, pues ahora se puede hacer el rodaje de una película en un mes porque el proceso es más rápido y eso hace que los costes sean más pequeños pero la crisis ha hecho que se dedique menos”.

-¿Cómo conseguir financiación entonces?

“Ahora es muy complicado y no te quedan muchas opciones. Si quieres una película con una proyección internacional tienes que asociarte y hace coproducciones, es la única forma”.

-¿La política de la subvención es pan para hoy y hambre para mañana?

“Con los cortos, tienes posibilidades de recibir ingresos por la venta a televisiones, o por algunos premios que dan dinero en metálico. Ya no se compra ni vende como antes en España pero en Europa hay vías para colocar tu producto. Canarias Cultura en Red tiene el catálogo de cortos Canarias en Corto que hace una gran labor. Si se entra en ese catálogo, se tiene una distribución por un año y eso es de una gran ayuda. Ese tipo de ayudas sí que sirven para el sector”.

-¿Qué ventajas y desventajas supone internet para el mundo audiovisual?

“Hay festivales que si ven que tu corto está en internet, le restan el valor y no te dan premio. Internet funciona muy bien para hacer captación y es la mejor plataforma de marketing que existe. Actualmente, hay otras estrategias para mostrar tu corto sin tener que desvelarlo entero”.

-Usted es hijo y sobrino de dos grandes cineastas canarios. ¿No le iría mejor siendo médico, como su hermano?

“Pues a lo mejor, sí. No me puedo quejar, estar en ese entorno me ha permitido una formación como persona y como profesional. He podido contar con muy buenos profesores que son los hermanos Ríos. Que la familia te apoye, hace mucho”.