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Las películas en 3D puden ayudar a diagnosticar defectos de visión en niños

   

AGENCIAS | Barcelona

Fotograma de la película Avatar

El 12% de los españoles, unos 5,8 millones de personas, no pueden disfrutar de la espectacularidad de las películas 3-D debido a una deficiencia en la visión binocular, por falta de coordinación de los ojos, que puede provocar en estos espectadores mareos, fatiga o visión doble.
La alteración binocular no es atribuible a la tecnología visual tridimensional -que ha proliferado en cines y otros soportes como consolas de videojuegos- y en muchos casos se puede corregir con un simple paso por el óptico, para corregir las disfunción más frecuentes, como es la denominada disparidad de fijación (los ojos no miran hacia el mismo punto), aunque en otros casos sea necesario recurrir al oftalmólogo u otros especialistas.
“Si vemos que un niño no muestra signos de sorpresa o entusiasmo ante los efectos del 3-D, no mueve los brazos o no intenta tocar lo que ‘sale’ de la pantalla es que posiblemente tenga un déficit binocular”, ha explicado hoy en rueda de prensa el presidente del Colegio Oficial de Ópticos Optometristas, Alfonso Bielsa.
La visión binocular es la visión conjunta y coordinada de los ojos, por la que las imágenes llegan al cerebro y se combinan generando una imagen tridimensional, aunque basta que uno de los dos ojos no funcione correctamente, o lo haga con una agudeza visual diferente, por una graduación errónea, para impedir esta fusión, y desaparezca la percepción 3-D o estereoscópica.

Las películas 3-D son así una vía para detectar este tipo de problemas y atajarlos a tiempo, ya que la visión binocular es esencial para controlar la distancias -por ejemplo en un adelantamiento conduciendo-, ir en bicicleta o evitar obstáculos.
Una vez que se detectan los problemas es necesario ir al óptico, ya que ésta se puede corregir por medio de gafas con lentes prismáticas, que ayuden a coordinar la visión, con terapia visual o con un cambio de posición ergonómica a la hora de ponerse delante de la pantalla, ha explicado Fabio Delgado, miembro de la institución colegial.
Más de la mitad de las personas que tienen estas deficiencias -5,8 millones en España y unas 900.000 en Cataluña- se encuentran en la franja de edad de entre 18 y 38 años, según datos de la Asociación Americana de Optometría.