Lidia Quintana dimitió al saber que iba a ser removida

Gustavo Santana, secretario general de UGT Canarias | J. GANIVET

DOMINGO NEGRÍN MORENO | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Lidia Quintana dimitió como secretaria general de la Unión General de Trabajadores (UGT) en Tenerife antes de que fuera destituida por la ejecutiva insular en sintonía con la regional.

Quintana se despidió el jueves de los trabajadores y de algunos dirigentes de la UGT en medio de la tormenta desatada por la presentación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Aunque oficialmente renunció al cargo por “motivos personales”, su “modo de actuar” no gustaba en determinados ámbitos.

A pesar de que fuentes cercanas a la dirección regional habían transmitido a este periódico su malestar por la “confusión” que, a su juicio, estaban generando las filtraciones a los medios de comunicación, el secretario general de UGT-Canarias, Gustavo Santana, aclaró ayer que la ejecutiva regional no había perdido la “confianza” en Quintana.
Además, Santana matizó que, “estatutariamente”, la Comisión Ejecutiva Regional “no está capacitada para destituir” a ningún dirigente de una unión insular.

Sin embargo, eran conocidos los movimientos de una parte de UGT-Tenerife para desestabilizar al equipo de Santana, elegido en el congreso extraordinario del 15 de enero. Tampoco era un secreto que el entorno la ejecutiva regional lanzaba mensajes en la línea de unificar estrategias para sacar el sindicato del pozo.

La crítica situación económica, al borde de la quiebra técnica, con la que se encontró Gustavo Santana al sustituir a Francisco Fonte derivó en un duro plan de ajustes cuya consecuencia más visible es el ERE registrado el viernes en la Dirección General de Trabajo del Gobierno de Canarias. Con la firma de cinco de los ocho delegados sindicales (faltan los tres de Tenerife), la propuesta incluye cuatro bajas incentivas hasta completar un listado de catorce extinciones de contratos en una plantilla de ochenta trabajadores. Los nombres se conocerán mañana.