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Turismo de las estrellas

   

EUGENIA PAIZ | Santa Cruz de La Palma

Instituciones y empresas privadas trabajan en la consolidación del turismo de estrellas, una oferta privilegiada en el contexto mundial / DA

La bóveda celeste de La Palma, elemento imprescindible desde 2007 en la concepción insular de la Reserva Mundial de la Biosfera La Palma, constituye por sí misma un elemento de atracción turística. Aunque su desarrollo es aún incipiente, instituciones y empresas han apostados por este patrimonio natural como uno de los elementos diferenciadores de la oferta turística no a nivel regional ni nacional, sino mundial.

Y es que La Palma, por méritos propios y en virtud de la gran calidad de sus cielos -entre los cuatro más limpios del mundo-, está reconocida como lugar excepcional en materia de observación astronómica internacional. Más allá de la futura inclusión de los cielos en las reservas mundiales Starlight, marco en el que ya ostenta un liderazgo por la ventana al universo abierta con el Observatorio del Roque de Los Muchachos por el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC), este enclave figura en el estudio que varios expertos realizan para señalar y declarar lugares muy concretos de la geografía mundial como destino turístico de estrellas, con el desarrollo de “una oferta diferente, sobre una base científica”. Así lo explica el coordinador internacional de la iniciativa Starlight, Cipriano Marín, que subraya los valores de “esta campaña internacional en defensa de la calidad de los cielos nocturnos y el derecho general a la observación de la estrellas” cuya constitución se llevó a cabo en la Isla Bonita en 2007.

Se trata de “un programa abierto a la participación de todas las instituciones y asociaciones científicas, culturales y ciudadanos relacionadas con la defensa del firmamento para reforzar la importancia que los cielos nocturno limpios tienen para la humanidad, realzando y dando a conocer el valor que este patrimonio en peligro posee para la ciencia, la educación, la cultura, el medio ambiente, el turismo, y evidentemente, como factor calidad de vida. Un importante aspecto de la iniciativa es ayudar a difundir los beneficios directos e indirectos, tecnológicos, económicos o culturales, asociados a la observación de las estrellas”.

La Palma cuenta ya con la primera empresa especializada en la divulgación y en el desarrollo de actividades relacionadas con la astronomía, Astrotour, dirigida por Antonio González y Carmelo González, que han visto reforzada su oferta con la apuesta por parte de instalaciones hoteleras de la isla, como el Parador de Turismo de La Palma, obligada visita en la ruta gastronómica vinculada al turismo de estrellas, o el Hotel Sol, que ofrece un miniobservatorio estelar al borde del Atlántico, en Puerto Naos. A esto se suman otras iniciativas, como la llevada a cabo por la Asociación de Turismo Rural Isla Bonita, que cuenta con una oferta de casas rurales tematizadas al efecto.

Si bien es cierto que La Palma ha logrado, gracias a la colaboración del Cabildo y del Instituto Astrofísico de Canarias, ser pionera en la formación de guías capacitados con el rigor necesario para introducir al visitante en los itinerarios científicos del turismo de las estrellas, el sector señala como carencias el proyectado desde hace casi 20 años pero aún sin construir, el Centro de Visitantes del Roque de Los Muchachos, un elemento imprescindible para que los mayoristas de viaje, los touroperadores y las agencias de viaje puedan vender “una oferta completa, con todos los elementos necesarios, también en materia de infraestructuras, para convertir a la Isla en un referente de este tipo de turismo de calidad en toda Europa”.

La experiencia de regiones como la de Coquimbo, en Chile, demuestran que este es una vía para la generación de riqueza desde una perspectiva ideal: el aprovechamiento del paisaje, de elementos medioambientales y patrimoniales, vinculados a la observación astronómica, con los que solo unos pocos lugares del mundo cuentan.

El patrimonio estelar de La Palma cuenta cada vez más y ha pasado en sólo tres años a ser un reclamo dentro de una oferta diferenciada en el contexto regional, donde compite -con resultados bastante mediocres según revelan los datos- con otros destinos canarios de sol y playa.

Clave en este proceso es garantizar la calidad de los cielos en cumplimiento de la Ley que trata de impedir la contaminación lumínica. En este ámbito caben destacar las iniciativas llevadas a cabo por el Instituto de Astrofísica de Canarias, que junto a Astrotour han puesto en marcha campañas para el apagado de letreros y escaparates a partir de las 12 de la noche reivindicando “el derecho de todas las personas a poder ver las estrellas” y como contrapunto a la privación de este patrimonio natural para los habitantes de las grandes ciudades. El IAC lleva más de 20 años trabajando en defensa de la protección de los cielos de La Palma, pidiendo la defensa del valor añadido que este patrimonio natural ofrece a la Isla, potenciando también que el territorio insular se consolide como destino turístico tan claramente identificado por sus cielos limpios.

El perfil de los turistas que escogen la isla de La Palma atraídos por su bóveda celeste y su paisaje coincide en mostrar un gran respeto por la naturaleza, una gran ansia de disfrutar, no solo de los paisajes terrestres, sino de los celestes que desde aquí se divisan.

Las instituciones palmeras también defienden la necesidad de potenciar los derechos de las generaciones futuras a contemplar el cielo, no solo por el interés de observación astronómica sino como un modo de disfrute.

Tras varios años de trabajo, y a partir de la Iniciativa Starlight y la participación de la Unesco, la isla de La Palma pasa a ser reconocida como una de las rutas destacadas por su gran valor natural y por su oferta de alta calidad de visión nocturna.