JUAN J. GUTIÉRREZ-LUIS DE LA CRUZ | SANTA CRUZ DE TENERIFE
Toni Nadal (Manacor, 1960), es una persona normal y corriente pese a estar en la cresta de la ola mediática al entrenar al número uno del mundo y uno de los mejores deportistas españoles de todos los tiempos, Rafael Nadal.
Siempre en un segundo plano, Nadal asegura que su mérito en los triunfos de su sobrino “no es muy grande”, pues ha sido el “entrenador que más barato le ha salido a Rafael”, ya que además de su tío, “me motivaba aún más trabajar con él, pues le veía buenas condiciones desde pequeño”.
Cuestionado por su presencia en la Isla, Toni Nadal aseguró que no viene a Tenerife a convertir a un chico en un gran jugador de tenis, sino con el único reto de ayudar a los deportistas, a aportar su “granito de arena”.
Para ser un gran jugador hace falta un “trabajo importante, como en todos los deportes, pero además, hay que contar con una buena formación personal”.
Toni Nadal reiteró en varias ocasiones que para ser un buen jugador hace falta ser una gran persona y tener un buen comportamiento, pues para triunfar no hay que pisar a los demás, hay que ser una persona correcta, pues así es más fácil que le tengan buena consideración”.
Para Nadal, el techo de su sobrino “depende de sus adversarios”, y que cuando comenzó a entrenarlo hace 20 años no habría soñado ni hubiera creído que a sus 25 años recién cumplidos lograse seis Roland Garros y diez Grand Slam.
Toni volvió a utilizar la humildad para definir a su sobrino. “Rafa no es un fenómeno, el éxito de su carrera ha estado desde pequeño en su mentalidad, pues no se da por vencido. Su gran esfuerzo ha sido fundamental, además de que se puede triunfar, por distintos caminos, con una técnica prodigiosa y un talento innato como Roger Federer, por un gran físico, o por una gran fortaleza mental como Rafael, que supera todas las adversidades. Yo discrepo en los que dicen que Rafa no tiene buena técnica. Es extraña pero es buena, pues le permite jugar cualquier punto”.
Durante este fin de semana Toni trabajará con 100 niños y niñas de nuestra Isla y tiene muy claro una cosa: “Lo que haremos es que ellos disfruten y sus padres entiendan que el deporte es un complemento a la educación”. Remarcó, también que el trabajo con “los entrenadores va en la misma línea porque exigir demasiado a los chicos puede ser motivo de bloqueo para ellos”. Por último, remarcó que “lo más importante es el trabajo y ser prudentes y, sobretodo, ayudarlos a crecer como personas”.