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La crisis dispara la asistencia a Proyecto Hombre en el 43%

   

EFE | SANTA CRUZ DE TENERIFE

La demanda de asistencia en Proyecto Hombre aumentó en 2010 un 43% en adultos y un 30% en jóvenes con un total de 1.476 personas atendidas, según la memoria de esta organización presentada por su coordinador Roberto Perdomo. Según Perdomo, la crisis ha sido un factor importante en este incremento y resaltó que casi un 70% de las personas atendidas están en situación de desempleo.

“Con la crisis en las familias aparecen una serie de problemas que antes estaban solapados por la actividad que implicaba el empleo. Antes había una entrada económica y un mayor dinamismo de manera que tanto la posibilidad de acceder al dinero como la actividad hacían que la adicción pasaba desapercibida. Ahora ya no hay dinero para hacer frente a la adicción y eso comienza a crear problemas en la familia”, explicó Perdomo.

El presidente del Proyecto Hombre en Canarias, Antonio Hernández, señaló que la crisis también ha repercutido en la ONG ya que han visto reducidos los ingresos, pero aseguró que este recorte no afectaba a los principales proyectos. Tanto el presidente de la ONG como la vicepresidenta, Carmen Luisa González, insistieron en que el mayor problema económico al que se ha enfrentado la organización ha estado vinculado al retraso en la entrega de las dotaciones económicas acordadas con distintas administraciones en base a convenios firmados.

De acuerdo con la memoria, con respecto al tipo de asistencia solicitada un 42.2% han formado parte de los programas de evaluación y diagnóstico; un 18,1% han participado en el proyecto Garoe que consiste en un iniciativa terapéutica de carácter ambulatorio, mientras un 13,6% partciparon en las comunidades terapéuticas.

Además un 7,4% corresponde a las actividades en los centros penitenciarios, y el resto se incluyen en los programas de re-inserción y Nova.

El perfil psicosocial de las personas atendidas es el de un varón de 33 años y con respecto a 2009 ha disminuido la edad media y ha aumentado la presencia femenina en un 10%.

De acuerdo con la memoria, la edad de inicio de consumo se mantiene en los 18,5 años y destaca también el hecho de que un 51,5% de las personas atendidas habían recibido tratamiento previo.

Los daños señalan que se mantiene la tendencia que indica que el nivel de estudios de los asistidos es de primaria o secundaria, aunque Perdomo insistió en que aquellos que se incorporan a las comunidades terapéuticas durante el tiempo que permanecen en ellas aumentan su formación.

Perdomo diferenció entre el perfil de las personas que forman parte del programa Garoe y las que se han incorporado a las comunidades terapeúticas, ya que en el caso de estas últimas corresponden a entorno desestructurado por lo que se hace necesaria su incorporación como internos al no poder seguir un programa ambulatorio que asegure su reinserción.