X
HERENCIA > POR RAMIRO CUENDE TASCÓN

Letarguismo

   

Letarguismo o atolondramiento ¡Menuda sobada nos hemos pegado, que diría un colega! ¿Despiste o dejadez? ¿Irresponsabilidad? ¿Delirios de grandeza? ¿Cómo nos hemos dejado enredar en tamaña maraña?

Letargo, según reza el diccionario oficial, significa, a saber: “Uno, el síntoma de varias enfermedades nerviosas, infecciosas o tóxicas, caracterizado por un estado de somnolencia profunda y prolongada. Dos, Sopor, modorra. Y tres, un periodo de tiempo en que algunos animales permanecen en inactividad y reposo absoluto”.

Esto de los animales, que a algunos ofende, vamos a tener que repasarlo dado que nuestra especie animal, cuando se pone, lo borda.

En lo que hace al letarguismo, según reza mi confuso diccionario, podríamos compararlo con la picadura de la mosca tse-tse, con ese sopor indescriptible productor de una actividad mental nula.

Al grano, llevamos años en Belén con los pastores, disfrutando con los cantos de sirena, henchidos de gozo y libando, en los panales de y con la rica miel ajena, préstamos, hipotecas, pólizas, créditos, tarjetas, alegrías y demás, de forma inconsciente y cuasi libidinosa. Libaciones que están pendientes de redimir, como en las resacas de toda la vida, con la reflexión de siempre: ¿quién me habrá mandado? ¡Más nunca tomo! La resaca de tal festín es extraña. Es más, su distorsión comienza por el hecho de que su patología no sólo afecta de forma individual; su curiosidad estriba en que conmueve colectivamente.

Es como si la sociedad estuviera noqueada, en un estado similar al de la nagana africana, o n’gana en zulú, enfermedad que para ellos significa “estar deprimido o alicaído”.

O sea, el letarguismo se parece a esta dolencia que en seres humanos, animales domésticos y, particularmente, en ganado es un obstáculo importante en el desarrollo económico de las áreas afectadas.

En lo que debemos estar todos a una, es en despertarnos del letarguismo que nos envuelve erradicando los agentes patógenos, los protozooarios trypanosoma brucei, causantes de la nagana en los animales y la enfermedad del sueño o tripanosomiasis africana en el hombre. ¡Si te coge!