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Más que aprendices de galileos

   


VERÓNICA MARTÍN | SANTA CRUZ DE TENERIFE

En ninguna universidad del mundo hay un máster ni siquiera un curso de posgrado de diseño y construcción de telescopios. En realidad, tampoco hay fábricas de estos instrumentos científicos y todos ellos son un prototipo en sí mismo.

Hasta ahora, los que se dedicaban a esto eran astrofísicos autodidactas con nociones de ingeniería. Algo que inició Galileo con la construcción de su telescopio, con el que descubrió que la Tierra no era plana. Pero la llegada de grandes instrumentos presenta la necesidad de modificar este asunto y de crear a profesionales del diseño y la gestión de grandes instalaciones científicas porque, ahora, estos mismos cuestan varios millones de euros y ya la famosa prueba error puede suponer una cantidad astronómica (nunca mejor dicho) si se cae en la parte del error.

Ante esto, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) acoge una escuela muy especial donde hay matriculados poco más de una decena de alumnos, alguno de ellos de sitios tan remotos como India, Filipinas, México o incluso Burkina Faso, con el nombre de IScAI 2011 (International School for Advanced Instrumentation, Escuela Internacional de Instrumentación Avanzada). Ésta es la cuarta edición de una iniciativa auspiciada por el programa Consolider-Ingenio 2010: Primera Ciencia con el Gran Telescopio Canarias (GTC).

Steve Eikenberry ha impartido el módulo de óptica y es profesor de la Universidad de Florida. Explica que la crisis económica actual ha hecho, también, replantearse cómo se realizan este tipo de infraestructuras porque “los fallos aquí son de millones de euros”.

Otras ediciones de la escuela han logrado éxito laboral y hay alumnos trabajando en empresas privadas y en consorcios internacionales de construcción de telescopios o de algunos aparatos que van a viajar próximamente a Marte en la misión Exomars.

En este caso, “España se ha adelantado en crear una escuela internacional, algo que ahora no hay ni en Estados Unidos”, remarcó el docente, quien valoró el incipiente entramado empresarial español en aeronáutica y astrofísica, que ha ido creciendo en torno a algunos proyectos importantes como el Gran Telescopio Canarias (GTC). El profesor aporta que esta formación tiene utilidad no sólo para construir telescopios, sino, también, para satélites y otros instrumentos similares.

En el curso se imparte óptica y, también, mecánica, electrónica, sotfware y gestión, “algo realmente importante en este momento”. Pues, al igual que no existen diseñadores de telescopios profesionales, tampoco existen gerentes de grandes instalaciones científicas. Por ejemplo, la gran crisis de la NASA, que ha hecho que el Gobierno de Estados Unidos tenga que abandonar gran parte de sus proyectos científicos más relevantes, fue un problema relacionado con la mala planificación y la pésima gestión de los gastos.

La formación no sólo se queda en las aulas del IAC, sino que, también, se completa con prácticas tanto en organismos públicos como en empresas. “Una de las estrategias para hacer proyectos realistas que se adapten a las nuevas circunstancias económicas es hacerlos modulares”, comenta Steve Eikenberry.

Así se puede modificar el proyecto en alguna de sus etapas en caso de no haber financiación suficiente sin tener que rechazar el proyecto por completo. Es algo que se va a hacer, por ejemplo, en el próximo instrumento del GTC Miradas, que se instalará en el telescopio en 2016. Ya Galileo quedó muy atrás, pero el espíritu es el mismo.