La industria agroalimentaria local pierde ‘peso’ en el sector secundario

R. D. G. | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Que el horno no está para bollos, ya es asunto bien conocido, sobre todo en el ámbito económico de España y de Canarias, y también en otros países del entorno comunitario.

Pero que la industria agroalimentaria local también se resienta con dureza de la recesión actual, quizá esto se esperaba menos, tan solo sea porque este conjunto de actividades productivas es el que tradicionalmente más aporta en Canarias al sector secundario o industrial, o sea, el que tiene mayor peso relativo en el volumen de ventas netas en este mismo estadio.

Según los datos facilitados a este periódico por la entidad CEOE-Tenerife, extraídos de la Encuesta industrial anual de productos 2008-2010, la industria agroalimentaria con base en el Archipiélago ha reducido su aportación al sector industrial local en más de tres puntos porcentuales en tan sólo un año, de 2009 a 2010 (para este ejercicio el registro se considera aún una previsión).

En 2009, la industria agroalimentaria, como informa la propia CEOE-Tenerife, que preside José Carlos Francisco, supuso el 24,8% de las ventas netas de toda la industria canaria, justo cinco puntos más que el valor relativo de 2008, cuando se alcanzó el 19,8%.

Tras el subidón de 2009, este grupo de actividades fabriles, el que agrupa a las labores relacionadas con la transformación de productos agropesqueros, experimentó una caída superior a tres puntos y volvió a registros más cercanos al de 2009: en el año 2010, según el dato de previsión, fue el 21,4%.

Este porcentaje, pese a la involución que hubo de 2009 a 2010, está en el nivel promedio español, cuyo valor para el año pasado, también como previsión, fue del 20,84%, incluso algo más bajo que el canario. La actividad que más riqueza aporta al sector secundario, según la variable de ventas netas, es la química y de refino, sobre todo por la influencia de la refinería tinerfeña.