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De Maga a Mago

   

Me llamo Elba Navarro, soy Canaria, de ahí lo de Maga y con orgullo. Vivo en Estados Unidos un país dónde los únicos magos que existen son los de las finanzas y los que llevan varitas. Y digo todo esto porque desde hace un mes en este santo país no se habla de otra cosa y no me refiero a la crisis como en España, sino de Harry Potter o “PORE” como dirían nuestros amigos los gringos, que aquí por comer… ¡¡se comen hasta las letras!! Pues eso que una llega al cine con tres horas de antelación (recomendación de mis amigos nativos) y una entradita por la que me han sangrado 22.50$ comprada desde la semana anterior vía internet.

La cola es inmensa y el panorama cuanto menos curioso: Cientos de personas disfrazadas con vestuarios sacados de las películas: bufandas, pelucas, camisetas, varitas con las que combatir a las fuerzas oscuras y hasta escobas para jugar un partido de Quidditch improvisado. Por un momento te paras, miras a tu alrededor y te imaginas: Canarias. Un cine cualquiera.

Estreno del Laberinto del Fauno (una de las películas más taquilleras del cine español), cientos de frikis ataviados con los mismos cuernos que luce el protagonista de la película. Ahora, me quieren decir ustedes ¿Quiénes, además de la primera fila, serían capaces de ver algo con semejantes cornamentas? Mejor ni se lo imaginen, es ciencia ficción. Vuelvo a la “realidad” que me rodea y entrecomillo realidad porque la situación es de lo más surrealista. Por unas horas siento que estoy en la escuela Howarts, eso sí, de profesora sustituta de la ESO, sin pertenecer a ninguna casa ni Gryffindor, ni Hufflepuff, ni Ravenclaw, ni siquiera a Slytherin. En fin, más fuera de lugar que La Cenicienta de paseo espacial en el Halcón Milenario. Lo superas y piensas que vas a ver el estreno de la última película de las 8 que completan la saga Potter en pantalla Imax, en 3D, versión original en inglés y en uno de los 36 asientos del Cine Cobb en Miami con efectos de movimiento de cabeceo, balanceo y oleaje. ¿A qué suena genial? Sin darte casi cuenta ya estás dentro con el refresquito en una mano y tus roscas, cotufas o ¡¡pop corn!! en la otra, porque hago un paréntesis, vete tú a pedirle a la muchachita que te atiende que te dé unas cotufitas, ¡JA! te mira como si estuvieras loca, y para los que lo estén pensando, sí, lo digo por experiencia. Por cierto, ¿Sabían que aquí pagas una sola vez y tienes derecho a rellenar todas las veces que quieras, tanto la bebida como las roscas, durante la película? Y vuelves a imaginar. Canarias. Un cine cualquiera. Familia Díaz. 10 miembros. Compran una bebida pequeña y unas cotufas (de las más baratas, of course) y se van turnando hasta salir unas 27 veces al kiosco para amortizar la inversión. Yo confieso que lo haría, que la cosa está muy mal y hay que ahorrar. Pues agárrense los pantalones, aquí la misma familia compra una bebida XXXXXL o más, porque esas cantidades desorbitadas de líquido no son normales, y un saco de cotufas para cada uno no vaya a ser que se queden más delgados y que la próxima vez que vengan al cine quepan en los asientos, pero eso mejor lo dejamos para otra semana, volvamos a la sala. Se percibe un nerviosismo general, todo el mundo, everybody, espera el ansiado momento. Comienza la película. Sorprende escuchar hasta en ocho ocasiones los aplausos del público, tienen delante a su último héroe, Harry Potter. Viéndolos crees que llegarían a dar la vida por él. Por un momento tenía ganas de decirles: People!! Qué es una película ¿eh? Tranquiliiiiiitos… y es que están llorando a moco tendido, como sufriendo ¡¡Qué necesidad!! A todas estas yo he de confesarles que los asientos son muy modernos y todo lo que quieran pero estoy mareadita perdida y con la boca destrozada ¡¡No hay Dios que atine a chupar de la cañita entre semejantes meneos!! Estas butacas, como diría mi abuela, las carga el diablo. Pero bueno que al final la peli me gustó mucho eh! Y eso que no entendí ni la mitad. Yo es que soy de las que estudió inglés en “opening” y claro cerraron antes de que tocara la lección de “MAGIA Y CONJUROS” Ya la veré en español y les cuento, que de repente no muere el malo OOOOPS! Sorry!!