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Eliminan con radioterapia tumores de ojos en casos difíciles para cirugía

   

Los especialistas Jorge Sánchez-Pérez y Claudio Fuentes. | EFE

ANA SANTANA (EFE) | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Dos pacientes con extensos tumores oculares, para los que se desaconsejaba la cirugía, han sido tratados con éxito en el Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria (HUNSC) con ortovoltaje, una técnica de radioterapia cuyo uso para este fin en oftalmología no consta en la literatura científica mundial reciente.

El tratamiento ha sido ideado y aplicado por el oftalmólogo Jorge Sánchez-Pérez y por el oncólogo radioterápico Claudio Fuentes, quienes explican que este método convierte al HUNSC en un centro innovador a nivel mundial. Los resultados de tratar con ortovoltaje (o kilovoltaje) este tumor ocular, en concreto la enfermedad de Bowen, han sido publicados en la revista médica estadounidense Córnea y serán presentados en el próximo congreso nacional de la Sociedad Española de Oncología Médica, en octubre en Málaga.

El primer paciente tratado era un hombre de 61 años que presentaba enrojecimiento y la sensación de tener un cuerpo extraño en el ojo durante más de un año, y que resultó ser un tumor en forma de media luna que medía unos 13 milímetros de longitud y 9 de ancho. La mitad de este tumor se extendía sobre la córnea y la otra mitad afectaba a la conjuntiva y ante el tamaño de la lesión, se consideró que la cirugía que se realiza habitualmente en estos casos podía presentar complicaciones. Además, después de eliminar el tejido canceroso podría quedar una herida muy extensa y posteriormente se debería haber administrado quimioterapia, detalla Jorge Sánchez-Pérez. El oftalmólogo comenzó a indagar en la literatura científica al tiempo que recordó que antes del cambio de legislación en cuanto al uso de material radiactivo en hospitales, en los Servicios de Oftalmología se utilizaba la betaterapia, un isótopo radiactivo, generalmente estroncio, que produce un tipo de radiación muy localizada y de poca profundidad. Jorge Sánchez-Pérez decidió consultar la posibilidad de aplicar radioterapia en este caso con el jefe de Oncología Radioterápica del centro, quien se mostró de acuerdo. Fuentes explica que esta técnica se corresponde con las primeras máquinas que se usaron en radioterapia. No es un aparato de megavoltaje, como los aceleradores lineales, y la penetración que tiene es muy pequeña, pues irradia en superficie, con lo cual es “ideal” para el ojo y, de hecho, en el HUNSC se ha tratado con frecuencia la enfermedad de Bowen cuando afecta a la piel. Aunque inicialmente puede haber temor por dar radiación en el ojo, Fuentes tiene amplia experiencia en este ámbito, pues incluso ha tratado a casi 100 pacientes con degeneración macular senil.

Fuentes trató un segundo caso de enfermedad de Bowen en un paciente octogenario que ya padecía pérdida de visión, y que presentaba un tumor grande, ue sobresalía del ojo. También aquí desapareció el tumor.