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Las olas entran en Las Galletas

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La carretera general, tres calles y el paseo, cerrados por el arrastre de arena y callaos; la bandera roja, en toda la costa de Arona hasta que pase la mar de fondo
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La carretera general, tres calles y el paseo, cerrados por el arrastre de arena y callaos; la bandera roja, en toda la costa de Arona hasta que pase la mar de fondo

VICENTE PÉREZ | Santa Cruz de Tenerife

Los vecinos de Las Galletas se llevaron ayer un buen susto. Olas enormes invadieron el Paseo Litoral y anegaron varias calles hacia el interior del barrio, arrastrando toneladas de callaos y arena, lo que obligó a cerrar varias vías. Lo mismo ocurrió con la carretera general desde El Fraile, que estuvo varias horas interrumpida, hasta que, con la bajamar y la limpieza de escombros, se reabrió a las 16.30 horas.

La Policía Local informó a este diario de que se izó la bandera roja no sólo en Las Galletas, sino en todas las zonas de baño de Arona a mar abierto, medida que se prevía mantener hasta el día de hoy, a la espera de cómo evolucione la situación marítima.

El agua penetró sobre todo por la calle del Barranquillo, afectando además a tres vías transversales, que también fueron cerradas (Casiano Afonso Hernández, Los Fundadores y San Claudio), hasta donde llegaron los escombros marinos.

En algunas viviendas, sus dueños colocaron sacos de arena y toallas para evitar que se anegaran, como es el caso de Constanza, que vive en una vivienda terrera tradicional en la calle del Varadero, frente al mar. “Esto ocurre todos los años, con el cambio de luna; lo peor fue al mediodía, entre la una y las dos, pero no tengo miedo, me crié aquí con mis padres a la vera del mar”, afirma, mientras barría la pesada arena en la ayer titánica batalla contra Neptuno.

Algunos vecinos atribuían al derribo de un muro junto a la playa el que el agua hubiera entrado por la calle del Barranquillo, al demolerse unas edificaciones en dominio público.

Las olas obligaron a cerrar uno de los bares del paseo, junto al que se acumularon además bastante escombros. Una situación que, a media tarde, no disuadió a algunas personas de bañarse en el mar, pese a que la Policía les advirtió del peligro. Para la pasada madrugada se preveía que repitiera esta situación.

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“En 70 años no había visto nada así; tienen que hacer escolleras”

Juan José, pescador jubilado, confesaba que no salía de su asombro. “En 70 años no había visto que el mar llegara tan adentro en la carretera general; tienen que hacer una escollera que nos proteja, y también otra para proteger el paseo donde están los restaurantes y las terrazas, porque un día va a pasar una desgracia”.

El oleaje rompió uno de los pantalanes del muelle y dañó la roa (pieza de la proa) de la barca de este marinero, que acudió a comprobar los desperfectos con este diario. “Y luego está mucha gente ignorante del mar que sigue bañándose con esta mar de fondo”, se lamentaba una y otra vez Juan José.

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