TINERFE FUMERO | SANTA CRUZ DE TENERIFE

En los mentideros de la Isla no se habla de otra cosa. Como ocurre en las redes sociales, estos tradicionales puntos de encuentro tienen como trending topic [tema del momento, para los náufragos digitales] la llamada crisis sísmica. Un recorrido por El Hierro lo demuestra. En Frontera, “Esto con Tomás no pasaba”; en Valverde, “Esto es la herencia de Tomás”; en La Restinga, “Esto no se calla ni debajo del agua”: en la grieta del mero Pancho, “¡Glub!”; en Las Casas, “Si Alpidio pregunta por mí, dile que estoy en la Cueva de Don Justo, que han llegado un montón de militares a la Villa”; en Echedo, “Para movimiento sísmico, el vino nuestro”; en Sabinosa, “¿Ustedes no son científicos? ¿Por qué no miran lo del agua del pozo, que lleva un año cerrado?; en el Mocanal, “No mi teniente por aquí no puede ir al Golfo que el túnel está cerrado. Vaya por San Andrés”; en San Andrés, “No pasaba tanta gente desde que hicieron el puñetero túnel”; en El Tamaduste: “Ya que desayunan aquí, los soldados podrían limpiar el derrumbe de la Cueva de los pescadores, que si esperamos por Costas…”; ; en casa del abogado y político Eligio Hernández, “Si hubiéramos puesto la lanzadera de misiles, nada de esto habría pasado”; en casa del escritor Víctor Álamo de La Rosa, “Capítulo primero: no son movimientos sísmicos, son lagartos”; en casa del biólogo Matías Fonte (y de varios miles de herreños más): “¡esús, esús, esús!”.