Paseo, almuerzo y solidaridad

Algunos comercios de San Andrés han planteado precios especiales para mañana, con el fin de que la gente se anime a acudir. / JAVIER GANIVET

JESSICA MORENO | SANTA CRUZ DE TENERIFE

Aunque no sea de San Andrés, se siente muy vinculada a este pueblo de la capital tinerfeña. Se trata de Norma González, una vecina de Santa Cruz que regenta un comercio en la zona centro. Ella es la que ha organizado, para mañana sábado, una caminata solidaria desde la plaza de España hasta San Andrés, con el fin de ayudar a dinamizar la actividad comercial en este barrio tras los destrozos ocasionados a finales del mes pasado por la subida del mar.

La iniciativa, que se ha promovido a través de las redes sociales, consiste en partir a las 10 de la mañana desde el centro de la capital e ir caminando por la avenida marítima hasta San Andrés, con el fin de almorzar allí y generar más clientela a los comercios de la zona. Hasta la fecha, según refleja el evento creado en Facebook, se calcula la presencia de en torno a unas cien personas. Esta idea ha sido respaldada, además, por algunos restaurantes del barrio quienes han organizado menús especiales de 6 o 10 euros para facilitar que la gente se anime y acuda a pasar el día en este enclave pesquero. Asimismo, otros comercios de la zona de la calle Suárez Guerra -donde la promotora del evento tiene una tienda- se han involucrado y han donado regalos para próximos sorteos. Del mismo modo, un establecimiento de la avenida de Anaga ha ofertado botellas de agua a un precio más asequible para ayudar a estos peculiares peregrinos.

Redes sociales

“El mérito no es organizar este evento. A mí lo que me preocupa es que no se haya hecho nada antes aún”, explicó la gestora de esta particular caminata que surgió de manera espontánea. “Todos los fines de semana suelo acudir a San Andrés caminando, a tomar algo, y organicé a todos mis amigos para este sábado a través de las redes sociales, y poco a poco se fue sumando más gente y al final ya somos unos cien”, indicó. Dado la dimensión que ha ido tomando este evento en tan pocos días, la ruta contará con la presencia de miembros de Protección Civil de Santa Cruz para garantizar la seguridad de todas aquellas personas que quieran pasar un día diferente.

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“Después de casi dos semanas cerrados, por fin volvemos a abrir”

Desde que el pasado 29 de agosto tuvieran que cerrar las puertas de sus negocios por la marea que afectó al pueblo de San Andrés y, tras casi dos semanas rehabilitando el local, la Marisquería Ramón abrirá sus puertas de nuevo mañana, salvo que surja algún imprevisto de última hora. Se trata de uno de los establecimientos más conocidos del pueblo y que se vio muy afectado por la entrada de agua en el local. Sus propietarios Óscar y Ramón Plasencia explican que, desde que cerraron al público, han estado trabajando de siete de la mañana a once de la noche, todos los días, junto con sus empleados para poner a punto los tres establecimientos que regentan.

Este restaurante es el último que abrirá al público tras la subida del mar que afectó al barrio, con lo que, poco a poco, San Andrés ha ido recuperando, en la medida de lo posible, la normalidad. Aunque la mayoría de negocios pudo retomar su actividad a los pocos días de que cesaran las olas que inundaron San Andrés, la marisquería ha sido la que más ha tardado en poder reabrir al público, puesto que por su ubicación, siempre que hay pleamares, es uno de los locales más afectados por el agua.

Tres oleajes

En lo que va de año, este establecimiento ha sufrido ya los embates del oleaje en tres ocasiones, aunque este último ha sido el peor, como indican sus dueños. Las pérdidas que ha supuesto este temporal se elevan a varios miles de euros, “puesto que solo la puerta nos ha costado alrededor de 5.000 euros”. Entre lo que se ha tenido renovar se encuentra, además del acceso, cristales, enseres, comida, neveras, muebles y motores, a lo que se suman las pérdidas que provocan no poder abrir a los clientes. Tras el desastre ocasionado por el mar, estos hermanos han agradecido la colaboración de sus empleados, del Ayuntamientos, del Consorcio de Seguros, Protección Civil y los cuerpos de seguridad que les han ayudado a retomar su actividad. Pese a la buena noticia de poder reabrir, aseguran tener miedo de próximas subidas del mar, puesto que aún no se ha reforzado la escollera.

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