INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife
Si nos preguntáramos qué es lo verdaderamente imprescindible para que un bebé se desarrolle sano y feliz, la respuesta se podría resumir en dos palabras: amor y protección. Y los padres no primerizos saben que se puede prescindir de muchos de los elementos que con el primer hijo parecían indispensables.
En donde no hay que escatimar es en los elementos relacionados con la seguridad y la salud de los recién nacidos. Así, sea cual sea la elección entre las miles de ofertas, lo que hay que tener claro es que cuente con la certificación y los avales correspondientes. Cuando se le da el alta a un bebé recién nacido, las recomendaciones generales suelen estar enfocadas, sobre todo, a la higiene y a las precauciones que se deben tomar con el fin de que, debido a la inexperiencia, se puedan pasar por alto medidas básicas. Así, es fundamental que unas semanas antes del parto se tenga todo listo para que no haya sorpresas de última hora.
Según explica el enfermero de la Unidad de Pediatría del Hospital Universitario Nuestra Señora de la Candelaria, Evelio Domínguez, el baño ha de ser diario y debe convertirse en un momento de relajación para el bebé, así que, explica, lo mejor es que se haga antes de la última toma, antes de dormir. Con una esponja suave y un jabón de PH neutro, se ha de lavar con cuidado prestando especial atención a los genitales, el culito y todas aquellas partes con pliegues. El ombligo, que aun se está cicatrizando debido al corte del cordón, debe limpiarse sin miedo. Después, con una toalla hay que secar bien, sobre todo las zonas mencionadas anteriormente ya que la humedad podría provocarle irritaciones en la piel. Para el cuidado del ombligo, se necesitan alcohol de setenta grados y gasas que ayudarán a que se desprendan los restos de cordón.
“Muchos niños son reingresados debido a infecciones umbilicales, por eso insistimos bastante a los padres sobre esta cuestión”, comenta Evelio Domínguez. En cada cambio de pañal es conveniente volver a limpiar el ombligo ya que puede haberse impregnado de bacterias fecales o de la orina. La necesidad de hidratar la piel del bebé da la oportunidad a los padres de compartir un rato de relajación y comunicación con su hijo. Con una leche hidratante adecuada se recomienda hacer un masaje tras el baño todos los días. Este ritual en ciertas zonas como la barriga ayudará, además, a que el aparato digestivo funcione correctamente.
Fibras naturales
Todos los elementos textiles que están en contacto con el bebé; la ropa, las sábanas, los trapitos de apego etc. es preferible que sean de algodón y que se evite utilizar alfombras o materiales que puedan albergar polvo. En cuanto a la vestimenta, “hay madres que se empeñan en abrigar demasiado a los niños y esto puede provocar un aumento de la temperatura. Lo mejor es prestar atención a comportamientos del pequeño; si está irritable o colorado, o bien, ponerle el termómetro para asegurarse”, sostiene el enfermero.
Las habitaciones han de estar ventiladas y con luz natural. Para el correcto desarrollo neurológico del bebé, es fundamental que se diferencie la noche del día. Si se ha de encender la luz durante la noche, que ésta sea tenue. Si las mamás han decidido practicar el colecho, lo cual recomiendan algunas organizaciones de lactancia porque favorece la producción de leche, no es necesario adquirir el llamado moisés. Aunque sí hay que tomar una serie de precauciones para evitar accidentes.
Los textiles es preferible que sean de algodón para evitar irritaciones
También a elección de los progenitores, se puede optar por el carro o en su defecto por canguritos o foulards para cargar a los bebés encima. En cualquier caso, lo que hay que tener en cuenta es que sean seguros y ellos vayan cómodos.
En el caso de que la mamá haya decidido o no le sea posible amamantar a su bebé, el pediatra le recomendará una leche de fórmula que vendrá con unas instrucciones que se deben seguir al pie de la letra.
En los últimos tiempos han visto la luz estudios que difieren de la necesidad de utilizar esterilizadores, aunque es una opción que deben valorar los padres.
A medida que van pasando los días, los padres y el bebé se van adaptando a la nueva vida y será cuando se vayan viendo las necesidades de ambos.
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Imprescindible
Botiquín y canastilla. En el botiquín de un recién nacido debe haber al menos, gasas, alcohol, termómetro y suero fisiológico para limpiar su nariz. Peine con cerdas de seda, bastoncillos para las orejas y toallitas de algodón para la leche regurgitada, discos para los pezones y termómetro para el agua.
Toallitas y pañales. Aunque en casa siempre es preferible lavar el culito y los genitales con agua y jabón en cada cambio, las toallitas húmedas resultan muy útiles para salir.
Cambiador y bañera. Un cambiador alto ayudará a que esta labor que será casi continua, no haga mella en la espalda de los papás.
Tijeras de uñas. A los bebés les crecen las uñas rápido y corren riesgo de arañarse, por eso es importante cortárselas a menudo con tijeras redondeadas.
Ropa. Los niños crecen muy rápido y los regalos de familiares y amigos suelen ser ropa para bebés. Si tienen demasiada habrá cosas que no les dará tiempo a usar.
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