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Un material que tiene fobia a los líquidos

   

El nuevo material surge de una planta carnívora llamada Nepenthes. / DA

DANIEL GARCÍA VELÁZQUEZ * | Santa Cruz de Tenerife

Tomando a la naturaleza como fuente de inspiración, un grupo de científicos de la Universidad de Harvard ha creado un material que repele casi cualquier tipo de líquido, incluidos la sangre y el aceite, incluso en las condiciones más extremas de alta presión y temperaturas bajo cero.

Este material está basado en las hojas de una planta carnívora (Nepenthes), la cual posee una atractiva propiedad. Después de la lluvia, las gotas de agua resbalan por sus hojas ahuecadas, convirtiéndolas en una superficie casi sin fricción. Posteriormente, debido a su dulce y llamativo olor, la planta atrae a las hormigas, arañas e incluso ranas pequeñas que se aproximan a sus resbaladizas hojas y se deslizan, como en un tobogán, para convertirse en alimento.

La planta carnívora utiliza unas nanoestructuras llenas de aire como almohadillas para repeler el agua, es decir, la planta se protege con una capa de agua. En pocas palabras, el propio líquido se convierte en la superficie repelente. Podría decirse que el efecto es similar a cuando un coche hace aqua-planning, en donde los neumáticos son los que se deslizan literalmente sobre el agua en vez de sobre la carretera. Partiendo de esta base, los científicos fueron capaces de crear una superficie resbaladiza impregnando un material poroso con un fluido lubricante. Este material fue bautizado como SLIPS (Slippery Liquid-Infused Porous Surfaces).

Prácticamente no muestra ninguna retención y necesita muy poca inclinación para que líquidos o sólidos se deslicen hacia abajo y fuera de su superficie. Además, se trata de un material sencillo, de tacto suave, con la capacidad de autorreparación y barato de fabricar.

Sus autores han publicado sus primeros resultados en la revista Nature, brindando así un nuevo recubrimiento que supera a sus homólogos naturales y sintéticos y que ofrece una solución sencilla y versátil para la repelencia de líquidos.

Por lo tanto, los investigadores creen que esta tecnología puede tener múltiples utilidades en áreas como la medicina, el transporte de combustibles, desarrollo de equipos resistentes para la investigación de las profundidades del mar, para crear paredes que repelan los grafiti, tuberías de agua que no se congelen o, algo mucho más mundano, como es la autolimpieza de cristales o ventanas.

* Doctor en Ciencias Químicas (Química Orgánica), Universidad de La Laguna, y profesor de Ciencias en el Colegio Hispano Inglés