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“En ningún caso hablamos de una erupción catastrófica”

David Calvo. / S.M.

VERÓNICA MARTÍN | Santa Cruz de Tenerife

-¿Nos puede explicar usted qué está pasando en El Hierro?

“Es un proceso volcánico que está en marcha, con un periodo claro de lo que se denomina un despertar, en castellano, que es completamente coherente con la naturaleza del Archipiélago y más en El Hierro, que es la isla más joven de Canarias”.

-Todo el proceso comienza el 19 de julio, cuando se registran una gran cantidad de sismos… En ese momento, ¿se sabía cómo iba a evolucionar?

“No. Era un proceso nuevo que no se había dado antes. Me refiero a que no se había seguido instrumentalmente una serie completa de sismos con GPS, sismógrafos y gases. Anteriormente no se habían dado los tres parámetros juntos y no se habían visto tan claramente en Canarias”.

-¿Es posible que esto haya ocurrido muchas veces pero que sea la primera vez que se haya registrado?

“Sí, es posible que enjambres similares e hubieran producido otras veces, sin llegar a una evolución volcánica, sin llegar a erupción. Es muy probable que existiera algo similar sin que la población lo sintiera, también, porque antes era muy reducida. hay que recordar que, en 1793, el famoso suceso de Lomo Negro, en La Frontera vivían solo 23 personas, aunque nunca hubo constancia documental de esta erupción”.

-Esta semana, una señora muy mayor explicaba en DIARIO DE AVISOS que sus padres le hablaban de manchas verdes en el mar en La Restinga… ¿Qué opina?

“La tradición oral es muy importante para nosotros los investigadores. Es curioso y puede demostrar que es posible que hubiera otros procesos similares en el pasado. En estos casos en los que hay poca documentación, un testimonio así nos puede ayudar”.

-¿Qué es un enjambre sísmico?

“Es un episodio en el tiempo en el que se producen una gran cantidad de terremotos en una localización geográfica bastante bien acotada. Pueden ser 100, 200 o 10.000 como en Long Valley en California, que fueron 30.000 terremotos en unos dos años y medio y, luego, no hubo erupción…

-¿Podía darse la circunstancia de que la situación se quedara así durante mucho tiempo?

“Sí”.

-Ahora mismo, ¿en qué situación nos encontramos?

“Hemos visto las manchas en el mar asociadas a pulsos de gases. La decoloración en el mar se debe a reacciones químicas provocadas por los gases. Podríamos hablar de que estamos en un estadio pre-eruptivo. Para nosotros, la decoloración en el mar es por el proceso químico de los gases y el color canela es por un removimiento de los sedimentos del fondo marino”.

-Sin embargo, los institutos que pertenecen al consejo científico designado por el Gobierno, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) y el CSIC hablan de erupción…

“Son tesis que pueden tener su base. La fortuna es que la ciencia no es monoteísta”.

-¿No son compatibles las dos tesis? ¿En qué basa su afirmación?

“Nosotros nos basamos en las evidencias de la superficie. Si el magma está fluyendo hacia la superficie hablaremos cuando tengamos las imágenes. De momento [esta entrevista se realizó el pasado viernes], las evidencia en la superficie son gases”.

-¿Por qué se habla de una erupción fisural?

“Ellos [el IGN] pueden responder mejor porque tienen otras evidencias científicas. Involcan no desmiente que haya una erupción y tampoco lo confirma. Que nosotros tengamos una tesis, no quiere decir que desacreditemos a otras instituciones. Respetamos profundamente la tesis”.

-Sin embargo, para la población… ¿la diferencia entre una cosa u tesis es importante?

“La población ve una mancha en el mar que les inquieta. La ciudadanía debe seguir las instrucciones de las autoridades que están asesoradas por el IGN y el CSIC”.

-Sin embargo, la tesis que ustedes mantienen: que se trata solo de gases, ¿significaría que la erupción no ha llegado?

“No necesariamente, estos procesos pre-eruptivos pueden quedarse aquí. En la ciencia, todo es observación y certidumbre e hipotetizar es jugar a cosas que los científicos no debemos jugar”.

-Las autoridades nos llamó la atención diciendo que no habláramos con científicos que no fueran los oficiales y a los oficiales apenas les dejan que estén con los medios unos minutos, ¿cómo lo ven?

“Nuestro trabajo no es ese. Cuando acabe todo, podremos analizar qué querían decir. Cuando todo se acabe tendremos que reflexionar”.

-¿Cree la población entiende las discrepancias científicas?

“Hablamos de una ciencia que está bajo nuestros pies, no es como la meteorología que se puede ver la borrasca que se avecina sobre nuestras cabezas. En este caso, es una ciencia soterrada y las señales no son tan evidentes como otras disciplinas. Estos procesos no son tan evidentes como otros. Sabemos que hay algo pero ni siquiera lo vemos, la gente debe estar dispuesta a aceptar las valoraciones diferentes…”.

-¿Qué escenarios barajamos?

“Se han dado varios escenarios, la opción que más preocupa es la erupción en tierra sería de cara a las comunicaciones pero, en ningún caso vamos a hablar de una erupción catrastrófica…”

-Es posible una erupción en el interior de la Isla, se habla incluso del Tanganasoga…

“Son hipótesis. Son islas volcánicas y el magma busca su camino, descartar o afirmar algo no nos ayuda en nada”.

-¿Con cuánto tiempo se puede predecir una erupción en tierra?

“En volcanes bien vigilados, por la experiencia en otras zonas del mundo, con bastantes horas de antelación”.

-No cree que el público se siente inseguro cuando oyen a los científicos decir que las probabilidades están abiertas…

“Los científicos tenemos una dificultad para transmitir qué ocurre. Entiendo que la población quiere saber, incluso la política de información en reducción del riesgo volcánico de la Unesco dice que a la población hay que informarla en todo momento. El problema está en creer que el fenómeno volcánico solo es importante en época de crisis. Hay que hacerlo en tiempos de calma, como por ejemplo con el programa de Canarias, Una ventana al Atlántico, mucha gente entiende ahora la necesidad de ese programa de divulgación del riesgo”.

-En Canarias siempre hemos estado de espalda al riesgo volcánico. ¿Por qué?

“La poca recurrencia de las erupciones nos hacen olvidarnos que los volcanes están ahí. Estoy convencido de que si Canarias tuviese una actividad como en Sicilia o Hawai, esto no ocurriría. Es un problema de temporalidad…”

-¿Habrá un antes y un después de la crisis herreña?

“Creo que este tipo de fenómenos perduran y sacaremos conclusiones positivas para el futuro. Seguro que esto mejorará el conocimiento de la población sobre nuestra tierra. Estos volcanes, y los que están por venir, forjarán, seguro, el carácter de los canarios”.

-Desde la crisis de 2004 en Tenerife, las cosas han cambiado mucho… ¿En qué?

“Ahora, desde el punto de vista científico, estamos más preparados. Aprendimos muchas lecciones, algunas dolorosas. Está claro que un punto importante en una crisis es la información,”.

-¿Cómo se hace ahora?

“Los medios de comunicación se han volcado sin dramatismos ni amarillismo”.