ENTREVISTA (2009) AL PERIODISTA Y AUTOR DE ‘GOMORRA’ >

Roberto Saviano: “Canarias es un paraíso del clan”

El periodista y escritor, Roberto Saviano. / EFE

[apunte]NOTA: DIARIO DE AVISOS publicó el 28 de junio de 2009 una entrevista a Roberto Saviano, en la que habló de la Camorra y de su conexión con las Islas. A continuación, una reproducción de la misma.[/apunte]

FRAN DOMÍNGUEZ-NOEMÍ HERNÁNDEZ | Santa Cruz de Tenerife

Aunque suene ya un poco a tópico, en la era digital basta con poner en Google el nombre y los apellidos de una persona y pulsar enter para poder apreciar su importancia y alcance. Si escribes el de Roberto Saviano en este moderno oráculo de Delfos, te marcará la friolera de 1,3 millones de entradas, una cifra que, sin duda, viene a avalar la categoría de celebridad. Y es que este italiano que está a punto de entrar en la treintena se ha convertido en un personaje de primera magnitud desde que tuvo los arrestos de escribir Gomorra, donde saca los colores y algo más a uno de los grupos mafiosos más letales del mundo, la Camorra. Un libro que le ha traído fama mundial pero también el estigma del condenado a muerte.

DIARIO DE AVISOS ha tenido la oportunidad de entrevistarlo. Este periódico contactó con él hace escasas semanas a través del correo electrónico y gestionó la conversación por medio de su secretaria, Manuela, una persona de su absoluta confianza. Ante la imposibilidad de hacerlo por teléfono, remitimos a Saviano un cuestionario, cuyas respuestas, traducidas por Ciro Hernández, ofrecemos a nuestros lectores.

-¿Qué lo impulsó a escribir Gomorra?

“A menudo respondo así: el hombre, Roberto Saviano, si volviera atrás, no lo escribiría, pero el escritor, sí. La verdad es que odio mi libro, aunque esto puede sonar extraño: me ha hecho la vida imposible”.

– ¿Se le pasó por la cabeza que iba a tener los problemas que luego le acarrearía la obra?

“A menudo respondo así: el hombre, Roberto Saviano, si volviera atrás, no lo escribiría, pero el escritor, sí. La verdad es que odio mi libro, aunque esto puede sonar extraño: me ha hecho la vida imposible”.

-¿Le costó mucho encontrar una editorial que le publicara el libro?

“Elaboré el libro durante varios años, años en los que profundice en esta temática, escribí en algunos periódicos, tanto locales como nacionales, también en revistas. Se puede decir que el editor me encontró a mí”.

-¿Cómo vive, si se puede llamar a eso vida, un hombre amenazado de muerte por una de las organizaciones mafiosas más letales?

“Vivo una no vida. Vivo en una especie de limbo en el cual no sé si es más difícil de convivir con el pensamiento de haber estado amenazado de muerte, o convivir con el de la reclusión. No puedo dar un paseo, ir al cine o a la librería, o incluso algo más banal, como hacer la compra”.

-Usted ha dicho que no volvería a escribir Gomorra, pero no por las amenazas, sino por otras cuestiones…

“Absolutamente no. Mi malestar se ha convertido en un símbolo. He llenado un vacío. Basta pensar que en las campañas electorales de Italia, donde a pesar de que nuestras fichas criminales se encuentran entre las más potentes del mundo, no se habla, de hecho, del crimen organizado. Es extraño, pero es así. Y el motivo es que hay intereses económicos que prevalecen sobre los asuntos de los clanes”.

– ¿Acaso tiene vocación de redentor o de mártir?

“Absolutamente no. Mi malestar se ha convertido en un símbolo. He llenado un vacío. Basta pensar que en las campañas electorales de Italia, donde a pesar de que nuestras fichas criminales se encuentran entre las más potentes del mundo, no se habla, de hecho, del crimen organizado. Es extraño, pero es así. Y el motivo es que hay intereses económicos que prevalecen sobre los asuntos de los clanes”.

-Después de lo que le ha ocurrido a usted, ¿se puede vivir con confianza en los demás?

“Se debe vivir con la esperanza en el futuro. El presente para mí es intolerable”.

– Aunque menos conocido que Gomorra, usted ha publicado Lo contrario de la muerte, donde habla de la Italia meridional, en especial de la región de Nápoles. Se dice que el sur de Italia es otra Italia. ¿Realmente quién manda allí?

“Como es lógico, manda el mercado, la economía. El verdadero problema no es identificar quién manda, sino cómo se coordinan bajo los ojos de todos. La economía del sur está demasiado ligada al crimen organizado en el sentido de que los clanes abastecen los servicios. Los empresarios pagan el pizzo [definición del precio a una cláusula de favores] y a cambio obtienen carburante a precio de saldo, transportes puntuales, materias primas a menor costo. Todo porque el clan usa las afiliaciones como si fueran un consorcio. Es difícil hablar de todo esto, parece que le da publicidad a la Camorra, pero la verdad es que elegir la legalidad debe convertirse en una opción conveniente, antes que nada, desde el punto de vista económico”.

– La imagen que se tiene de Italia, ¿es real o distorsionada?

“Depende de la imagen que se tenga de Italia. Yo, en la descripción de Nápoles y de la Camorra, busco huir de los estereotipos por- que en este caso, y en el caso del crimen organizado, los estereotipos dulcifican la realidad. Vivir de camorrista y morir de camorrista no tiene nada de heroico. Los afiliados, a menudo, viven vida de topos, se esconden en búnkeres que no tienen nada de acogedores. Los homicidios no ocurren por honor y los killers, a menudo, están colocados por la cocaína. Es atroz pensar que un killer antes de cometer un homicidio escucha en el coche, en el trayecto, las nuevas canciones napolitanas y las cante. Canciones de amor. Y una vez cometido el homicidio vaya a comprar dulces o, simplemente, entra en un bar a beber tranquilamente un café. Sería insólito pensar que, en la vida de un camorrista, la vida de un asesino, hay algo extraordinario en el sentido de fuera de lo común. Pero no es así. El crimen, el homicidio, la violencia, todo se introduce en un contexto de normalidad que para nosotros es tremendamente familiar”.

– ¿Teme ser conocido sólo por Gomorra?

“No, esto no lo temo. Pero quiero liberarme del peso de Gomorra porque ahora representa la pérdida de mi libertad”.

– ¿Qué otros asuntos del mundo merecen ser contados con nombre y apellidos como usted hizo en Gomorra?

“El problema es que todo es contado, que todo es llamado por aquello que es. Se pueden contar historias, por ejemplo, sobre la trata de blancas entre Rusia y España, acerca de la ruta de la cocaína o a las condiciones de los detenidos en las cárceles. El problema en este tiempo tiene que ver con la velocidad con la que llega la información y cómo rápidamente es sustituida por un flujo incesante. La dificultad está en saber encontrar la cifra justa para hacer llegar la información al mayor número de personas. Hay una cierta necesidad de que la información sólo circule entre los ambientes de los entendidos”.

– Aunque ha bajado notablemente en el número de votos, Silvio Berlusconi ha ganado de nuevo unas elecciones, en este caso las europeas. ¿Los italianos no son un poco masoquistas? ¿Qué le parece el resultado de estas elecciones europeas? ¿Usted sería político?, ¿se lo ha planteado en alguna ocasión?

“La política italiana de los últimos años -y no sólo aquella de la polémica de los últimos meses- ha confundido mucho a los italianos. En la percepción de las personas, en realidad, no caben más ideas, proyectos o esperanzas. Ahora más que nunca caben sólo conveniencias. Lo que ocurre es que se vota aquella parte de la política que te paga mejor. Y no en sentido figurado. El sur continúa siendo una presa enorme de votos fáciles, adquiridos por pocos. El voto del cambio [ironía con otro juego de palabras] es una praxis consolidada. Un voto por cincuenta euros, por un teléfono móvil, por un curso de formación. Éstas son las monedas de la política meridional. Y al norte la situación no es muy distinta, cambia la praxis, la forma, pero la sustancia es la misma. La política es menospreciada, reducida a un pantano”.

-En Gomorra habla de las amplias ramificaciones en España de la Camorra, incluso nombra expresamente en varias ocasiones a la isla de Tenerife. ¿Qué nos puede precisar al respecto? También menciona en su libro que la droga con la que comercia la Camorra proviene de Colombia. ¿Cuál es el recorrido que realiza hasta llegar a Italia? ¿En el itinerario que se realiza se encuentra el Archipiélago canario?

“Las islas Canarias son de siempre un paraíso del clan. Basta con mirar las investigaciones sobre el clan Abbinante y sobre el clan Nuvoletta. En el año 2006 Armando Orlando, jefe del clan Nuvoletta, fue arrestado en las mismas islas. Desde 2004, y con la colaboración de afiliados, entre ellos su hermano Antonio, tenía la tarea de limpiar ingentes sumas de dinero proveniente del tráfico ilícito de Italia, Canarias, Panamá y Santo Domingo, donde, por cuenta del clan, estaban invirtiendo altas sumas en el campo constructor y comercial”.

-¿Es posible acabar con las organizaciones mafiosas?

“Me gusta pensar aquello que decía Giovanni Falcone [el magistrado antimafia asesinado en el año 1992]: ‘La mafia es un fenómeno humano y, como todo fenómeno humano, tiene un principio y tendrá, debe tenerlo, un final”.

-La economía criminal, ¿está creciendo o no en el mundo?

“Por ahora sí. En el período de crisis económica, las fichas criminales son las únicas que disponen de enorme liquidez y por ello están entrando en las instituciones de créditos europeos”.

– ¿Qué le pareció el resultado final de la adaptación de su libro al cine, una película que también ha acariciado las mieles del éxito?

“Creo que es un buen producto, que transmite, de manera distinta que el libro, pero respeta su lógica y su fondo: describe el crimen organizado sin ningún tipo de fascinaciones ni glamour”.

– ¿En qué proyectos trabaja actualmente?

“Estoy trabajando en distintos proyectos. Estoy preparando un espectáculo de teatro basado en mis escritos más recientes. También hago investigaciones sobre las mafias de la más alta escala”.