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Quiero desayunArte

   

La sauzalera Bodega Monje ofrece cuatro menús para desayunar los fines de semana. | DA

CRISTINA HERNÁNDEZ | Santa Cruz de Tenerife

No vayan a pensar mal, o sí. Queda libre la interpretación del titular. Pero pensándolo bien, dentro un momento perfecto cuando todos los planetas se alineen y el Universo no conspire en contra, también podría desayunarte, ¿no? Ahí queda como frase gastronómica para el que quiera entenderla. Seguro que da mucho juego. DesayunArte es ideal, por ejemplo, para financieros estresados. Sobre todo para los que pasan mucho tiempo en la oficina y no saben disfrutar de estos manjares de la vida. Yo sí que lo haré. Así que, mientras se acaba esta conspiración planetaria, por ahora, me quedo con café con leche o infusión, zumo de naranja, surtido de panes, mantequilla y mermeladas caseras; surtido de quesos de cabra, montadito de cochino negro asado al horno de leña y pastel tradicional de hojaldre; todo acompañado de una copa de vino joven. Describo uno de los cuatro menús que ofrece Bodegas Monje para disfrutar de las mañanas de los fines de semana en un entorno único. Ideal para pasarlo en pareja o en familia. No está mal para comenzar un domingo cualquiera. Y es que a mí me gustan los despertares así de pausados y suculentos.

Ese momento en el que Morfeo nos abandona y nos preparamos para arrojarnos en brazos del placer del buen comer no tiene precio. DesayunArte es el nombre que Felipe Monje y su equipo han elegido para impregnar de sabor y arte (quitar la a) esta experiencia gastronómica que cada vez está más extendida en nuestro país. Viene a ser lo mismo que un brunch pero con nombre propio. El brunch, palabra de origen anglosajón, es una comida que se encuentra entre el desayuno y el almuerzo, de ahí el origen de la palabra: desayuno (breakfast) y almuerzo (lunch). Digamos que es un desayuno largo donde se suele disfrutar de alimentos clásicos de un desayuno,  incorporando algunos alimentos propios del almuerzo. Este ritual no es una costumbre española, aunque cada vez se impone más en nuestra cultura de ocio y disfrute, sobre todo en época vacacional o como premio por una dura semana de trabajo.

Este verano tuve la oportunidad de saborear uno de estos largos desayunos. En esa ocasión, como chef invitado el gomero Fabián Mora, que preparó un menú con productos típicos de la isla colombina. Fue una mañana completa, llena de momentos perfectos: buena comida, música en vivo y unas vistas inmejorables hacia los viñedos. Al fondo, el mar, y al lado, buena compañía. Qué puedo decir; quiero volver a DesayunArte.