NANA GARCÍA | Santa Cruz de Tenerife
En los últimos años, el turismo de negocios y congresos se ha incrementado considerablemente. A ello se une que España se caracteriza por ser el segundo país del mundo con mayor número de conjuntos histórico-artísticos declarados por la Unesco Patrimonio de la Humanidad. Sin embargo, en lo que a recursos deportivos respecta, la oferta solamente se reduce a golf, náutica y estaciones de esquí.
Con el objeto de multiplicar la segmentación de los turistas y lograr fidelización, Daniel Cañibano (La Laguna, 1967), director del Iberostar Grand Hotel Mencey que abrirá de nuevo sus puertas al público en Santa Cruz el próximo 11 de noviembre (11-11-11), afirma que el turismo deportivo se sitúa entre los principales retos sobre los que trabajarán y así complementar la oferta de sol y playa.
“Existen unas instalaciones en el área metropolitana tremendas que no estamos utilizando adecuadamente y por ello tenemos que hacer un esfuerzo en turismo deportivo”, asevera. La propia Corporación capitalina ha anunciado que llevará a cabo una política integral para captar y potenciar el turismo de congresos no masivo y el de fin de semana. “Para el turismo tipo mini break o pequeña escapada el establecimiento es fantástico, pero aparte del turismo congresual o el de fin de semana -argumenta el director del hotel-, hay que fomentar otros aspectos como sanidad cercana, seguridad y un entorno tranquilo que ofrezca confianza a los equipos deportivos”.
Esta sera una de las tareas en las que estará inmerso el personal del Hotel Mencey, unas 150 personas aproximadamente que, según su director, están “ilusionadísimas” con la apertura de las puertas este viernes, tras atravesar un proceso de rehabilitación, “renovación y remozado” en los últimos 20 meses. “La restauración ha sido un reto tremendo dado que nos hemos encontrado con algunos problemas estructurales, pero que se han solventado”. De hecho, el equipo humano del hotel podrá atender, “con una labor muy profesional” a las 60 personas que dormirán en el hotel el viernes, mientras que el sábado habrá 130 turistas pernoctando allí. “Después de decidir esta fecha tan bonita y que todo el mundo recuerda para la apertura, quisimos hacer negocio desde el principio y por ello tenemos un evento con 450 personas el viernes”, apostilla el director, al tiempo que recuerda que es el primer hotel urbano de la cadena Iberostar en España.
Transformación
En este empeño de “volver a poner el hotel donde merecía estar”, el Mencey se adaptará a las nuevas exigencias de mercado con recursos de calidad, personal cualificado, instalaciones modernas, una oferta de ocio completa y precios competitivos. “El hotel había decaído muchísimo, había entrado en una dinámica de dejarlo morir”, sostiene el director a la hora de justificar la compleja transformación a la que ha sido sometido el mítico inmueble capitalino.
Con ello, la cadena hotelera espera consolidar y mejorar la oferta del Mencey como destino turístico. “Calculamos que el 85% del cliente del hotel será corporativo”, razón por la que se ha hecho un gran esfuerzo en adaptar las habitaciones, suites y salones a las nuevas tenologías. Pero también esperan contar con los clientes “devotos” y aquellos “que no estaban viniendo porque no se identificaban con el hotel” y que ahora pueden encontrar “una oferta interesante”.
“Queremos que gente de mediana edad y jóvenes vengan al Mencey y se sienta plenamente cómoda. Para ello recuperaremos las Meriendas del Mencey, instauraremos brunchs los domingos y días de fiesta, una carta con 12 tipos de gin-tonics y 36 ginebras distintas, otros tantos güisquis, con una vinoteca con 250 referencias y todo ello con unos precios muy competitivos”, añade Caniñano. Todo ello unido a una oferta gastronómica de primera calidad, y servicios como un spa, un gimnasio y dos canchas de pádel.