VI EDICIÓN MIRADASDOC >

“El fútbol, la más universal de las pasiones”

Gómez, Galeano, Krawietz, Robinson y Lillo entretuvieron al público del Auditorio. / EVA MOLINA

J. L. CONDE | Guía de Isora

“El fútbol es la más universal de las pasiones, después del amor” dijo ayer el escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano en la charla coloquio sobre el Fútbol en el mundo que se celebró en el Auditorio de Guía de Isora con motivo de la celebración de la VI Edición del Festival Internacional de Cine Documental MiradasDoc.

En la charla también estuvieron presentes Michael Robinson, director del programa televisivo que lleva su nombre, José Domingo Gómez, presidente del Comité de Competición de la Federación Tinerfeña de Fútbol y autor del libro Elogio del árbitro de fútbol, y el entrenador Juan Manuel Lillo, que también lo fue del CD Tenerife, y actuó como moderador y presentador el director del certamen Alejandro Krawietz.

Por segunda vez, en esta edición de documentales, el auditorio se encontraba repleto de público hasta el extremo de que hubo que habilitar otra sala para presenciar en directo esta charla coloquio.

El primer tema de debate que planteó el moderador fue si el fútbol era una suerte de lenguaje universal, algo en lo que coincidieron los participantes en el coloquio. Galeano dijo además que este deporte debería ser considerado como cultura, mientras que Gómez indicó que transmite valores como la solidaridad y la entrega y enseña disciplina a través del cumplimiento de un reglamento.

El escritor uruguayo calificó de “arruinadores del fútbol aquellos que juegan por ganar y no por jugar”. Rechazó que algunos políticos, como Silvio Berlusconi, “aprovechan este lucrativo negocio para trepar por las escaleras de lo popular”.

Lillo se centró en el carácter antropológico que ejemplificó en el hecho de que “si tú tiras un objeto esférico enseguida sale el niño que tienes dentro y no hay manera de resistirse”.

Robinson, que desde su infancia tuvo la vocación de ser futbolista del Liverpool, remarcó este fenómeno social como el más tribal porque se identifica con unos colores”.

El periodista recordó que durante su etapa en el Osasuna, que es un equipo del Opus Dei, llamó por teléfono un día a su padre para decirle “lo malo que es el equipo que tiene que rezar antes de salir al campo a jugar el partido”.

El entrenador dijo que siempre había soñado con ser un jugador de fútbol, concretamente Robinson, y que a veces “llora por las noches no haber conseguido ese objetivo”. “Mi padre conspiraba contra mis balones, le parecía un desdén el amor al fútbol”.

Para José Domingo Gómez, en un “70-80% uno se hace forofo por transmisión hereditaria: acompañas a tu padre al fútbol, acude a las tertulias,y frecuentas amigos del equipo”.

El último tema que abordaron los tertulianos planteado por Krawietz fue la explotación de menores en África, con aptitudes físicas para practicar este deporte. En este sentido, Gómez indicó que no es una cuestión generalizada en todo el continente, aunque dijo que se está prostituyendo mucho al niño que presenta expectativas de futbolista, aunque es una práctica que terminará marchándose.

Galeano se confesó un admirador del fútbol africano, negro o subsahariano porque juegan alegre e imaginativo y eso “me levanta el ánimo”. Pero es “el drama del tercer mundo que se desarrolla hacia afuera y no hacia adentro”.

Para Lillo, el continente “nos sigue pareciendo un lugar donde colonizar y el fútbol ha seguido sus pasos” en el sentido de que la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA), es uno de los diez primeros inversores en África.

Por último, el escritor Eduardo Galeano recordó una anécdota de un equipo italiano, concretamente el Treviso, con un jugador nigeriano que cada vez que pisaba el césped era recibido con insultos. Menos el día que tocaba disputar un encuentro decisivo y se hizo el silencio. “Todos los jugadores se pintaron de negro para decir todos somos tú”.