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“No nos da miedo el volcán, y volveremos”

   

VICENTE PÉREZ | El Pinar

Marlen Georg y GÜnter Cramer descubrieron un día el sol y el calor de Lanzarote y decidieron comprar una casa para pasar seis meses en su Alemania natal y otros seis en Canarias, los más fríos en su país. El jueves llegaron a El Hierro para conocer la Isla y se alojan en el Hotelito de Las Calmas, el más pequeño del mundo.

DIARIO DE AVISOS los encontró al mediodía de este miércoles justo en el lugar de El Hierromás próximo a la erupción submarina, en la punta del dique del puerto, mirando al mar y las evoluciones del buque oceanográfico Ramón Margalef. “No tenemos miedo al volcán, porque precisamente por eso vinimos a Canarias, y tenemos doble residencia, en Alemania y en Puerto del Carmen, en Arrecife”, explica Marlen, que insiste una y otra vez en las bellezas de El Hierro.

Gúnter afirma que no ha sentido ningún temblor de tierra desde que llegaron a la Isla, pese a que el hotel se halla en Frontera, donde se localizan la mayoría de los epicentros de los sismos ocurridos en las últimas semanas, algunos de más de 4 grados en la escala de Richter, lo que ha obligado al cierre del túnel Frontera-Valverde. “Ahora tenemos que dar un rodeo tremendo por la cumbre para salir de Frontera, y es una carreterra que impresiona, mi marido tiene un poco de vértigo al conducir, pero el paisaje es muy bonito”, confiesa Marlen.

Lo que sí les ha llamado la atención en su visita a la costa de El Pinar es la mancha verde en las aguas del puerto de La Restinga por las emanaciones del volcán y sobre todo los peces muertos que estemiércoles han visto en las calas de Tacorón. Eso sí, no sabían que está prohibido quedarse en La Restinga más allás de las 18.00 horas, hasta las 8.00 de la mañana, un dato que les demudó un poco la expresión.

Estos alemanes amantes de Canarias como el más canario insiste en que no debe cundir el alarmismo, y que se sienten seguros en El Hierro pese a la crisis volcánica, pues confían en las medidas de precaución adoptadas. Ellos son la prueba de que se puede hacer turismo en la isla sin temor, con la única salvedad de estar atentos a posibles indicaciones de las autoridades, sobre todo en La Restinga, donde sigue la alerta roja. Durante la jornada de hoy, sin embargo, se ha podido pasear por el puerto sin problemas, sin olor a azufre y sin que apenas se vea signo alguno del foco de la erupción en el océano.