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La Restinga amanece con olor a gases y espuma del volcán en el muelle

   

El puerto de La Restinga con espuma marrón en el agua. | FRAN PALLERO

VICENTE PEREZ (ENVIADO ESPECIAL) | La Restinga

La Restinga sigue dando muestras de actividad volcánica con la llegada de más gases, espuma y materiales volcánicos hasta su puerto, procedentes de la erupción submarina que desde hace más de un mes ocurre bajo el mar a un kilómetro y medio de este pueblo.

Los enviados especiales de DIARIO DE AVISOS visitaron la mañana de este domingo La Restinga y pudieron comprobar el olor a gases volcánicos en el entorno del puerto, en cuyas aguas estancadas se podía observar la entrada de manchas espumosas de material volcánico (sin que se observaran piroclastos) y peces muertos, entre ellos algunos cefalópodos.

El mal olor es por momentos nauseabundo, y causa algunas molestias respiratorias en caso de que una persona se acerca demasiado al mar, aunque en el barrio existe una unidad móvil para la medición de la calidad del aire de forma permanente y las autoridades no han decretado ninguna restricción de acceso.

Fuentes del Instituto Geográfico Nacional (IGN) indicaron además que si se advirtieran concentraciones perjudiciales para la salud, se tomarían medidas, cosa que no ha ocurrido aún.

Las corrientes ha arrastrado además una larga mancha de espuma marrón, descompuesta en pintas discontinuas, en las que aparecen pescados muertos, que se ha ido acumulando este domingo. Toda la costa está además afectada por las emanaciones de azufre y otros gases, que dejan una coloración verde, hoy, por la radiacion solar y la falta de nubes, muy visible en contraste con el azul de la parte del océano no expuesta a estas emanaciones.

La mancha verde se extiende de Norte a Sur y Soroeste, dando de lleno al Mar de Las Calmas, frente a El Julan, una reserva marina que albergaba una rica biodiversidad, víctima ahora de un auténtico holocausto.

Por las calles se veían algunos vecinos, entre ellos pescadores pasando revista a algún barco del varadero, pero en general el ambiente es de soledad. Ayer abrieron algunos bares, entre ellos el de El Refugio, uno de cuyos propietarios, Alexis Morales, quien mostró su intención de seguir abriendo su negocio todos los días, aunque entre sus clientes de momento abundan los geólogos y los periodistas que cubren la erupción volcánica.

Aparece un leve burbujeo

En torno al foco del volcán, donde este domingo ha reaparecido un leve burbujeo y que se identifica claramente con una tonalidad marrón, navegaba hoy denuevo el buque oceanográfico Ramón Margalef, haciendo batimetrías, que permitirán conocer a qué distancia de la superficie se encuentra el foco eruptivo. El último dato se conoció el 28 de octubre, cuando la cima del cráter submarino estaba a 180 metros de la superficie y su base a 300, al pie de una explanada que los pescadores denominan La Tablada.

“Si hubiera salido sobre La Tablada, allí hay menos de 200 metros de profundidad, pero donde ha salido el volcán hay un valle y la hundura crece rápido”, explicó ayer un pescador, escéptico sobre las posibilidades de que el cráter acabe saliendo a la superficie. “Hay que darle tiempo”, comentó hoy un geólogo del equipo que hace el seguimiento oficial a la erupción.