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El Banco de Alimentos pide ayuda

   

El Banco de Alimentos de Tenerife, BancoTeide, posee su sede central en Mercatenerife. / DA

JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife

La crisis sigue azotando con crudeza a buena parte de la población canaria, especialmente a aquellos colectivos más desfavorecidos, a los que la recesión no da tregua. Para combatirla, instituciones como el Banco de Alimentos se convierten en el único ‘salvavidas’ al que pueden agarrarse en estos momentos.

Sin embargo, y a pesar de los esfuerzos que viene llevando a cabo en los últimos meses, el Banco de Alimentos de Tenerife (BancoTeide) no da más de sí. El motivo, el desproporcionado aumento de la demanda de entidades y particulares de la provincia que se encuentran en situación precaria. De hecho, según explica a este periódico María Victoria Díaz López, vicepresidenta de BancoTeide, la entidad no va a poder atender la cuarta fase de la campaña anual de reparto de alimentos, porque en 2012 la Unión Europea reducirá en casi un 75% las aportaciones que realiza a través del Fondo de Garantía Agraria (FEGA).

En cifras, eso supondrá que de los 1,6 millones de kilos recibidos este año, se pasará a poco más de 400.000, menos incluso que lo recibido en 2010, cuando el FEGA aportó 521.155 kilos.

Para María Victoria Díaz, “el año que viene será muy complicado, y tendremos que buscar alternativas para atender a tantas personas que lo están pasando muy mal”.
En este sentido, el Banco de Alimentos de Tenerife ha iniciado una campaña de captación entre los colectivos profesionales y empresas, para que aporten recursos y donaciones. Así, ya han contactado con el Colegio Oficial de Médicos y el de Odontólogos, con el objetivo de lograr el compromiso de los socios de ambas instituciones.

De igual modo, en las próximas semanas harán lo propio con otras instituciones y entidades, que puedan proporcionar excedentes alimenticios y productos de primera necesidad, tal y como ya hace Carrefour a través de la ‘operación kilo’.

“En Tenerife hay muchas empresas que pueden dar mucho y no lo están haciendo”, espeta María Victoria Díaz, quien recuerda que este año, hasta la fecha, se han recogido 278.572 kilos de alimentos procedentes de donaciones.

La puesta en marcha del plan de ayuda a las personas más necesitadas de la UE se inició en el año 1986, cuando las olas de frío azotaron Europa. Ello impulsó a la Comisión Europea a hacer uso de los productos almacenados en los organismos de intervención de los estados miembros, para transformarlos en alimentos destinados a esas capas más desfavorecidas de la sociedad. Desde entonces, ese plan de ayuda alimentaria ha ido llenándose de contenido hasta derivar en el FEGA, que es el responsable de la ejecución del citado plan de ayuda.

Cada año, la Comisión Europea aprueba la asignación de los recursos financieros concedidos a los estados miembros que así lo han solicitado, para el suministro de alimentos, preferentemente de las existencias de intervención pública, entre las personas que más lo necesitan. En España, los fondos están gestionado por el Ministerio de Medio Ambiente, a través del Fondo Español de Garantía Agraria.

Entre los alimentos que se distribuyen figuran productos lácteos, zumos de frutas, cereales, pasta, galletas, caldo de carne, crema de verduras, tomate frito en conserva, arroz y alimentos destinados a la población infantil, como son las papillas de cereales y leche de continuación.