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las aristas sociales de la recesión económica >

Un negocio anticrisis

   

Aunque sigue habiendo la misma demanda, ahora hay más chicas y servicios. | da

JOSÉ LUIS CÁMARA | SANTA CRUZ DE TENERIFE

“Soy Rebeca, una mujer de exquisita belleza y educación. Mi cuerpo es delicado y armonioso, que culmina en un rostro dulce, con hermosos ojos verdes. Una cita conmigo se compone de muchos matices, caricias, besos, miradas. Mi dedicación es completa, no sólo en la cama. Va a encontrar en mí una compañera cariñosa, inteligente, divertida y natural, ideal para compartir momentos de complicidad. Me considero una mujer apasionada, a la que le gusta dejarse llevar por el tacto de la piel de la pareja, poco a poco, disfrutando al máximo cada momento”.

Esta es la tarjeta de visita de una joven escort catalana, que un buen día decidió combatir la crisis compaginando su trabajo como secretaria con citas selectas y acompañamientos, sólo aptos para hombres pudientes.

Como ella, cientos de mujeres han optada por esta vía para escapar de la recesión, en uno de los pocos negocios que sobrevive al trance actual. No en vano, en España el mercado del sexo sigue facturando miles de millones de euros al año, merced a la dedicación de mujeres como Rebeca, que puede llegar a ganar 400 euros la hora.

Y es que, más allá de las mafias que trafican con personas y de las chicas que se dedican a la prostitución de calle para llegar a fin de mes, existe otro grupo de féminas que son escorts por vocación o mera diversión. Es el caso de Paula Vip, una acompañante profesional de ‘alto standing’ que lleva un lustro ejerciendo y gestiona, entre otros, una exitosa web, un foro y un blog donde aconseja a novatas en la materia.

“Un día oí en el telediario que las putas ganaban 200 euros diarios. ¡Con ese dinero pagaba el colegio de mi hijo! Mientras recogía los platos, me pregunté si sería capaz de hacerlo”, confiesa. “Yo no recomiendo a ninguna que se dedique a esto, porque es muy duro; y a las más jóvenes intento disuadirlas. Ahora bien, si veo que lo tiene decidido, lo que hago es darle algunos consejos sobre higiene y seguridad. Cuando una empieza es muy fácil que haya hombres que intenten aprovecharse de ti o que te veas en una situación de peligro”, subraya Paula, que trabaja como contable y, a pesar de su discreción, nunca se ha escondido para los medios.

Al igual que ella, Vanessa siempre tuvo claro que sólo se acostaría con hombres que tuvieran un alto poder adquisitivo. Para ello, publicó varios anuncios en prensa y en algunas páginas de Internet. En ellos se oferta como ‘modelo; sólo para hombres serios’. “No hago esto por placer ni vicio, sino porque necesito el dinero”, relata a este periódico. Por eso, cuando ahorre lo suficiente lo dejará y tratará de recuperar su antigua vida. Quizá lo consiga dentro de poco, ya que al mes puede llegar a ganar más de 3.000 euros.

Con sueldos así, la crisis sólo es, para muchas de estas mujeres, un titular en la prensa. Pese a todo, algunas reconocen haber llegado a este mundo empujadas por la recesión. Como Rebeca, una licenciada mileurista que empezó a trabajar como escort el pasado mes de junio. “No me daba para poder permitirme muchos caprichos, en una ciudad tan cara como Barcelona. Decidí probar por curiosidad, para vivir sin tener que estar mirando cada día mi cuenta corriente”, relata al DIARIO DE AVISOS.

“Mi tarifa es alta, así que no tengo demasiados clientes a la semana, dos o tres es lo normal; pero con eso estoy triplicando mis ingresos mensuales. Las chicas dicen que la crisis se ha notado muchísimo, que ahora los hombres miran mucho más su dinero. No sé si realmente es cierto o no, porque yo he entrado en este mundo en plena crisis, pero sí puedo decir que recibo llamadas cada día, aunque la mayoría son para informarse sobre mis servicios”, denota Rebeca, que ha viajado a Canarias en varias ocasiones por motivos de trabajo.

[apunte]El negocio de la prostitución de lujo no es exclusivo de las mujeres. Cada vez son más los chicos que deciden ganarse un sobresueldo haciendo favores sexuales. Uno de ellos es Juan, brasileño de 26 años. Comenzó como stripper en discotecas y actuando en despedidas de soltera. Una vez decidió ir más allá, y se acostó con una de las mujeres para las que bailó, por la nada despreciable tarifa de 150 euros. Desde entonces, hizo de ello su profesión. “Suelo atender mujeres que engañan a sus maridos porque han sido engañadas, mujeres insatisfechas, casadas con hombres mayores, mujeres con dinero que se consideran feas, maduras solteras y hasta lesbianas”, expone Juan, que ha llegado a ganar 1.500 euros en un fin de semana. “No me gusta esta vida, pero la prostitución me da dinero rápido y fácil”, agrega el joven brasileño, que lleva un año trabajando en Canarias tras recorrer varios países y ciudades europeas.[/apunte]

“Hay muchos hombres que te piden una rebaja, algo que por principios y por no tener necesidad nunca he aceptado, pero sé que otras chicas sí que lo estén haciendo”, arguye la joven catalana, a la que localizamos en la web guiageisha.com, una red de blogs de escorts independientes que tiene cerca de diez mil visitas diarias.

En ella también se anuncia Alejandra, cuyas curvas de vértigo y fotos sensuales provocan colapsos en la Red. Tras casi un año en este negocio, asegura que en los últimos meses “el trabajo ha descendido”. “No sólo ha bajado el número de clientes, sino que también ha aumentado el número de mujeres que se dedican al escorting”.

“Tampoco es que haya menos demanda, pero sí más oferta, y además muchas escorts han reducido sus tarifas, ampliado sus horarios o sus servicios, al igual que hacen muchas tiendas o centros comerciales con las rebajas o las ofertas”.

Y es que, para ella, “una situación como la que atraviesa el país en la actualidad afecta a todos los sectores, incluso al del sexo de pago. Con matices, claro está. “Sí, hay crisis, pero creo que si dejara mi trabajo ‘normal’ en la oficina podría vivir sólo con lo que gano como escort; sin demasiados lujos, pero sin problemas”, concluye.