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Gallardón propone un Estatuto de las Víctimas y reformar el Consejo General del Poder Judicial y el Tribunal Constitucional

   

El nuevo ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, ha recibido la cartera en manos de su antecesor, Francisco Caamaño. | EFE

EUROPA PRESS | Madrid

El ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, se ha comprometido a elaborar un Estatuto de la Víctima y a reformar el sistema de elección del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y los requisitos en el acceso del Tribunal Constitucional, tras recibir la cartera de manos de su antecesor en el cargo, Francisco Caamaño.

Ruiz-Gallardón, fiscal de carrera en excedencia, ha avanzado en su toma de posesión que elaborará un Estatuto de la Víctima que recoja “sus derechos y medios de acceso a la información”, así como su “protección jurídica y asistencia social y psicológica”.

El notario mayor del Reino también se ha comprometido a emprender una modificación del sistema de designación del órgano de gobierno de los jueces y de los requisitos para el acceso de los magistrados del Tribunal Constitucional, órgano que se renovará de manera inmediata, “por supuesto, siempre en diálogo con la oposición”.

En el traspaso de poderes celebrado en el Palacio de Parcent, el nuevo ministro ha agradecido al jefe del Ejecutivo, Mariano Rajoy, su “generosidad” al brindarle la oportunidad de asumir, “entre un sentimiento de agradecimiento y otro de profundo compromiso, una de las mayores responsabilidades” que le han sido “nunca confiadas”.

“Afán inconformista e impulso rebelde”

Según ha destacado, el “afán inconformista” y la “apuesta por la modernización” han presidido su carrera política y le han proporcionado un “impulso rebelde” que ha reivindicado ante un “mundo cuajado de miedos, de defectos e injusticias”. Para él, ser rebelde significa “no aceptar la fatalidad, no ceder al desaliento y abrir caminos donde la senda de los problemas parece cerrarse”.

Ruiz-Gallardón se ha comprometido a preservar los principios de independencia e imparcialidad en las instituciones judiciales y también en el Ministerio Fiscal. Ha pedido “comprensión” y ha desvelado que espera el “compromiso” de jueces, fiscales, secretarios judiciales, abogados, procuradores y otros sectores afectados para modernizar la Justicia.

Para acabar con el “desfase” de la Administración de Justicia, ha abogado por simplificar los procedimientos, el refuerzo del principio de oralidad, la incorporación de los juicios rápidoS en el orden civil, el desarrollo de la Ley de Jurisdicción Voluntaria y la Ley de Arbitraje.

En su opinión, los jueces y magistrados deben además conocer de aquellos asuntos que verdaderamente requieran de su intervención y se descongestione así el sistema.

Ha dicho ser consciente de la necesidad de imprimir al sistema judicial un impulso modernizador, que demandan con urgencia otros ámbitos pero que especialmente afecta a este ámbito al ser “garante de los derechos y deberes de los ciudadanos y de la agilidad y funcionalidad del Estado”.

A su entender, el progreso no se consigue únicamente por la abundancia de normas sino por el cumplimiento efectivo de las mismas. Los tribunales son, a su juicio, decisivos para elevar la credibilidad de España y ofrecer una imagen de país “eficaz, riguroso y avanzado” en el extranjero.

“Sabemos que una Justicia sólida pero ágil en un clima de imparcialidad y de seguridad jurídica puede ser decisiva para elevar ese nivel de felicidad media, esa clase de bienestar en un tiempo donde la incertidumbre para cundir”, ha indicado, para recordar después que su padre, José María Ruiz-Gallardón, le descubrió el gusto por el derecho como servidor público.

Ruiz-Gallardón ha definido a Caamaño como un hombre “moderado” y “prudente” que asumió el puesto hace tres años en condiciones difíciles y le ha expresado su “sincero reconocimiento” antes de darle un abrazo.

Caamaño le desea “Muchos éxitos”

Su antecesor en el cargo, Francisco Caamaño, le ha deseado “muchos éxitos” y “mucha suerte”, convencido de que el Ministerio de Justicia queda en “las mejores manos”. “Sé que esos éxitos y esa suerte lo van a ser para los derechos y libertades de todos los españoles”, ha remachado.

Caamaño ha aprovechado para dedicar unas palabras al expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien “siempre” agradecerá el “enorme honor” de encomendarle la gestión de las competencias de Justicia.

Durante su mandato, ha dicho, ha logrado sacar adelante hasta 22 leyes, muchas con la unanimidad de todos los grupos parlamentarios. Se ha mostrado particularmente “orgulloso” de la norma que modificó el Registro Civil, permitiendo a los ciudadanos obtener certificados a través de Internet, de la modificación del Código Penal, vigente desde hace un año, y del Plan de Modernización de la Justicia que ha llevadoo las nuevas tecnologías a los tribunales.

Ha retado a su sucesor a profundizar en la modernización de la Justicia y se ha mostrado seguro de que lo hará con “tesón” y arreglo al programa político que presentaron los ‘populares’. En el “adiós que siempre es un hasta luego”, ha destacado el respaldo que prestó el principal grupo de la oposición en la aprobación de los proyectos legislativos.

Desde su toma de posesión en 2009, ha apuntado que se marcó el objetivo de lanzar la proyección de España, sobre todo en Europa, y que ha tenido la “gran fortuna” de presidir el Consejo Europeo y a los ministros de Justicia, en la que se aprobó la Orden Europea de Protección para las víctimas de los países comunitarios.

Según ha dicho, la voluntad de dialogar con todos los sectores afectados ha sido otra de las líneas alrededor de las cuales ha girado su actuación política. En este sentido, ha agradecido la colaboración del CGPJ, de los jueces, fiscales, abogados y procuradores así como el respaldo de las fuerzas parlamentarias.