EUGENIA PAIZ | Santa Cruz de La Palma
Izquierdo Botella, médico de profesión y con una dilatada trayectoria en el mundo de la política, tiene también una amplia experiencia en gestión sanitaria desde que en 1996 fuera nombrado director del Área de Salud de La Palma. Cuatro años más tarde entró a formar parte del grupo de Gobierno del Cabildo, donde durante ocho años ejerció como portavoz de Coalición Canaria y como responsable de Sanidad. Ahora, desde la gerencia del centro sanitario insular y en momentos de crisis pero con un presupuesto que crece un 2,7%, se muestra optimista y garantiza que en ningún caso se producirá una rebaja de la calidad asistencial.
– ¿Están las cosas tan mal como parece en este marco permanente de crisis o el Hospital General de La Palma asiste a los recortes con cierta solvencia y sin demasiadas preocupaciones?
“Cualquier crisis, como la que atraviesa nuestro país, genera siempre un cierto grado de incertidumbre y de duda, pero también supone una oportunidad para el cambio, nuevas formas de afrontar el futuro y una revisión en profundidad de las formas de entender la gestión de los servicios públicos. Estoy convencido de que saldremos, no sin el esfuerzo de todos. Saldremos de la crisis reforzados, también en nuestro hospital. En este sentido soy optimista, aunque siempre sin perder una visión realista de nuestro presente. Por otra parte no veo, ni ahora ni antes, que las cosas estuvieran tan mal.Suelo ser reacio a dejarme llevar por posiciones preconcebidas y catastrofistas, prefiero dedicar mi tiempo en trabajar por mejorar el futuro que en revolcarme de forma masoquista en lo que pudo haber sido y no fue, que por otra parte no conduce a nada”.
– De todas formas hay cuestiones en materia asistencial que ustedes llevan años queriendo resolver, como la ocupación de camas por pacientes crónicos que deberían tener una plaza en otros centros de la red asistencial y no precisamente en el Hospital General. ¿Qué solución podría tener este asunto?
“Todos los hospitales de España se enfrentan a esta problemática, de que pacientes con el alta médica se nieguen a abandonar los mismos, bien por una absoluta falta de compromiso de sus familiares más directos y en algunas ocasiones porque los medios que aportan los ayuntamientos, diputaciones, cabildos y gobiernos autónomos para resolver algunos problemas sociales son insuficientes. Se echa de menos una mayor solidaridad de nuestra sociedad con nuestros mayores, que son abandonados cuando se convierten en una carga, en servicios de urgencia y plantas de nuestros hospitales, sin recordar que han dado su vida por nosotros. Asimismo serías deseables actuaciones legislativas que impidan estas injusticias. Nuestro hospital, aún entendiendo que no es la mejor solución, seguirá dando mientras le sea posible, apoyo humanitario a esas personas que se han quedado atrapadas contra su voluntad”.
– Entre las buenas noticias del recién terminado año está la puesta en marcha de la Unidad de Cuidados Paliativos. ¿Cómo está funcionando el servicio y qué gasto supone en materia asistencial?
“Entre las nuevas actuaciones que se han puesto en marcha durante este pasado año se encuentra la Unidad de Cuidados Paliativos, que nació para dar respuesta a unas necesidades históricas en nuestra isla y ayudar a llevar con dignidad y una mejor calidad de vida a los pacientes y familiares que soportan esta pesada carga. No todas las enfermedades pueden curarse, pero absolutamente todas pueden recibir ayuda personalizada, recibir una necesaria atención profesional y humana y, en definitiva, realizar ese inexorable tránsito, con el máximo respeto y apoyo de todos nosotros. Evidentemente cualquier nueva actuación supone una inversión, pero en este caso no solo no ha provocado incremento alguno, sino que incluso ha supuesto un ahorro de medios y recursos, que en épocas pasadas se consumían con menos eficiencia y menos satisfacción de la sociedad palmera. Satisface recibir frecuentes muestras de agradecimiento de familias, y quiero aprovechar esta conversación para hacer públicamente lo que he realizado en privado: felicitar a estos profesionales por la gran labor que están realizando”.
– En este devenir constante de mermas presupuestarias ¿se verá afectado a la lo largo de este año el Hospital General de La Palma? Parece que el personal es el justo, a veces insuficiente si atendemos a la reivindicaciones de los sindicatos. ¿Cómo afecta no cubrir todas las bajas del personal a la calidad asistencial?
“Jamás una organización sindical ha reconocido que sobra personal, ni la patronal suele reconocer que falta, quizás en el medio se encuentre el equilibrio. Ni se puede dejar de sustituir al personal ni se puede hablar genéricamente de sustituir la totalidad, sobre todo porque se debe adecuar a múltiples circunstancias: presión asistencial, época del año, etc. A esto hay que añadir otro factor que no se puede olvidar, el de la disponibilidad presupuestaria que condiciona cualquier voluntad o deseo. Creo que lo que debe centrar todos nuestros objetivos es el mantener la calidad asistencial por encima de todo. Por otra parte la Consejería ha expresado su compromiso de mantener todos y cada uno de los puestos de trabajo existentes y garantizar los sueldos de los trabajadores como hasta ahora. Atravesamos un momento muy difícil del que saldremos gastando lo estrictamente necesario y aportando nuestro trabajo y máximo compromiso con nuestros enfermos. Estoy convencido de que nuestros trabajadores seguirán arrimando el hombro como hasta ahora”.
– ¿Qué opina sobre los recortes que en materia sanitaria se están llevando a cabo en Cataluña y en otras comunidades autónomas?
“Cataluña está atravesando momentos muy difíciles, por lo que está adoptando medidas muy duras en materia sanitaria. Sin embargo en Canarias, a pesar de que arrastramos desde hace años déficit de financiación central, estamos trabajando muy duro para evitar tener que tomarlas. Hasta ahora lo hemos logrado, pero debemos seguir manteniendo esas medidas de ajuste, con la comprensión necesaria de toda la sociedad isleña”.