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Medicina natural: ¿eficaz o placebo?

Una de las terapias naturales más demandadas es la basada en el traspaso de energías a modo de masaje. / DA

INMA MARTOS | Santa Cruz de Tenerife

Se trata de una pregunta para los especialistas en medicina natural más que recurrente a estas alturas. La medicina natural, ¿funciona con base científica o se vale de la sugestión y actúa como placebo en los usuarios de las mismas? Un informe del Ministerio de Sanidad, realizado por el Instituto Carlos III a petición del Congreso de los Diputados español en el año 2007, concluye que “la eficacia de estas técnicas, medida en ensayos clínicos, no ha sido demostrada en casi ningún caso”.

El documento se refiere al análisis de 139 terapias médicas naturales alternativas a la medicina convencional, a partir del cual se plasma que, si bien “la evidencia científica sobre su eficacia es muy escasa, en la mayoría de los casos son inocuas, pero no están completamente exentas de riesgo”. Desde que saliera a la luz este documento, el pasado día 11 de diciembre, se han alzado numerosas voces a favor y en contra de estas terapias y del propio documento. Del mismo, se dice que responde a una estrategia haberlo hecho público en un período de gobierno saliente y otro entrante, por lo que “no se puede reclamar a nadie”.

Los terapeutas están en desacuerdo con el resultado del análisis y con la metodología que se ha seguido para su realización. Afirman que “el documento es un corta y pega de Internet y no contempla ni las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS); ni las experiencias en otros países, como Gran Bretaña, Australia, India o Alemania; ni los trabajos científicos favorables publicados en revistas indexadas”, de los que apuntan, “existen más de 200”. Eso es, al menos, lo que afirma Rodolfo de la Torre Fragoso, presidente de la sección de Terapias Médicas No Convencionales del Colegio de Médicos de Santa Cruz de Tenerife (Comtf).

Poca novedad aporta este análisis, que casi no se diferencia de otros realizados con anterioridad, salvo aquellos en los que se incluyen nuevas terapias. Además, las conclusiones son ambiguas y no satisfacen ni a defensores ni a retractores. En principio, desde asociaciones del ámbito de las terapias naturales no convencionales se ha solicitado que se realice un nuevo estudio, pero esta vez que incluya una comisión de expertos en la materia y que se cuente con los colegios profesionales de médicos y farmacéuticos, a quienes se ha excluido, ya que en ambos están integradas muchas de estas medicinas. En el informe del Ministerio, las medicinas naturales se clasifican en cinco apartados: sistemas integrales o completos entre los que se encuentra la homeopatía, naturopatía o la acupuntura; prácticas biológicas, referidas a terapia nutricional, fitoterapia etc; prácticas de manipulación y basadas en el cuerpo; osteopatía, quiropraxia, quiromasaje, reflexología etc; técnicas de la mente y el cuerpo, como el yoga, la meditación o la himnoterapia; y técnicas sobre la base de la energía; reiki, terapia floral, con campos magnéticos etc. Se reconoce la eficacia de algunas terapias en algunos casos de enfermedades concretos como complementarias a tratamientos o por sí solas. No obstante, esta afirmación se apoya sólo en la satisfacción referida por muchos de los usuarios.

Alternativa

En cualquier caso, las terapias naturales son una alternativa que va en crecimiento. En Francia, más de un 40 % de la población es asiduo a la medicina no convencional y a los productos naturales como los de herboristería o la homeopatía “y eso es mucho dinero que deja de ganar la industria farmacéutica”, asegura De la Torre. En España, afirma el homeópata, “ya vamos por un 20% de usuarios, una cifra que sigue creciendo”.

Rodolfo de la Torre indica que el análisis “debía servir para regular y darle cobertura legal a todas las terapias, pero el trabajo que se ha realizado no tiene calidad, ni fiabilidad”.

Por su parte, Emilio Sanz, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Laguna (ULL), lo tiene claro: “La mayoría de las terapias naturales, y en concreto la homeopatía, se basan en el efecto placebo”. “Lo bueno que tienen es que los tratamientos son inocuos y este tipo de profesionales cubre el hueco que la medicina tradicional está obviando por diversos motivos: la atención integral a la persona, la relación de confianza entre médico y paciente y, en el caso de la Sanidad pública, también el tiempo de dedicación a cada usuario”. Al margen de otras discusiones, De la Torre sostiene que todas esas actitudes se les presuponen a los médicos, sea cual sea su especialidad.

Sanz es farmacólogo y, en su opinión, “no se puede avalar la evidencia científica de los tratamientos basados sólo en la dilución de sustancias”.

Rodolfo de la Torre, mientras, defiende la eficacia de los tratamientos homeopáticos, y afirma que “no se pueden considerar placebos, porque los avances más importantes que están produciéndose se están demostrando en veterinaria con animales, e incluso en niños menores de tres años, los cuales no tienen la capacidad de sugestión que se le atribuye a un adulto”. De la Torre dice tajantemente que “una gripe, con homeopatía se cura en dos días, y con medicación convencional se extendería al menos a una semana”. “Claro, estamos comparando la peor medicina con el mejor placebo”, apunta Sanz. “Si el homeópata me recomienda guardar cama, no coger frío y tomar unas pastillas mágicas que no tienen los efectos secundarios de los medicamentos tradicionales, porque muchas enfermedades se curan solas”.

Respecto a otras terapias, como las basadas en la música, la risa, el yoga o los masajes, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Tenerife, Guillermo Schwartz, explica que “se trata de técnicas capaces de mejorar el bienestar de la persona, pero no tienen capacidad curativa”. Schwartz, al igual que Emilio Sanz, atribuye un efecto placebo también a los medicamentos convencionales, al menos en un 20%. En el caso del farmacéutico, se cuestiona si hay que seguir los mismos criterios para verificar la fiabilidad de los medicamentos homeopáticos.

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La importancia de acertar el diagnóstico

En el informe del Ministerio de Sanidad sobre terapias naturales, una de las mejor paradas es la acupuntura. A esta terapia milenaria de origen chino se le atribuyen efectos curativos o paliativos y complementarios a otros tratamientos, respecto a varias enfermedades, como cefaleas, reuma, artritis, fibromialgia, etcétera. Para el decano de Medicina de la Universidad de La Laguna (ULL), Emilio Sanz, “cada persona tiene libertad para decidir en dónde se trata, y si le va bien, estupendo”. Donde hace especial hincapié es en la capacidad de diagnóstico de estos profesionales, que en el caso de los homeópatas se les puede presuponer, porque son médicos, alrededor de 10.000 en toda España. Pero, en otros casos, sólo se les exige tener una titulación de tipo sanitario. En este sentido, si una persona acude a una terapia natural con flores y el profesional no es capaz de ver que tiene una septicemia, el paciente corre un grave peligro.

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