JUAN MANUEL PARDELLAS | Santa Cruz de Tenerife
Parece inalterable a la tempestad de su partido, por el duelo Rubalcaba-Chacón, y a las maniobras de sus compañeros de partido (en la acepción churchilliana) que no paran de cuestionarlo a él y a sus resultados electorales desde los famosos 26 diputados de Juan Fernando López Aguilar en 2007. Pero su discurso es duro, potente, tajante, de guante de seda envolviendo el hierro de una mano que siempre mantiene tendida. No ahorra críticas a la presión de los mercados que hacen estallar gobiernos legítimamente elegidos (como en Grecia, Irlanda, Italia, casi en España), ni al PP. Como mesilla de noche tiene el anaquel de una librería con volúmenes del historiador Josep Fontana o títulos de John Kenneth Galbraith y Juanjo Mendoza. Se defiende del poco brillo socialista frente al mediático Paulino Rivero: “Aquí solo hay un Gobierno, no dos; hasta en eso se nota la impronta socialista”.
-¿Siente que el debate Rubalcaba-Chacón también se ha convertido en unas primarias para cuestionar de nuevo su liderazgo en el PSC?
“No tiene nada que ver una cosa con la otra, pero es verdad que algunos pretenden que sea así. Por encima de lo que ocurra después en el partido en Canarias, que no será distinto a lo que ocurra en el conjunto del PSOE, todo se abre. Las personas votan y deciden en libertad y en secreto. No me gustaría que se distorsione que esto tiene ámbito federal y, segundo, los dos candidatos que hasta ahora han salido garantizan la estrategia de acuerdos y alianzas del partido en Canarias. No está cuestionada la estabilidad del Gobierno de Canarias en relación a este proceso. Esto es lo más relevante”.
-¿Usted por quién se decanta?
“No es algo que vaya a definir en un medio de comunicación. Soy partidario de hablar de estas cuestiones dentro del partido, con respeto a los compañeros que tienen otro criterio. Siempre he actuado así”.
-¿Por qué?
“Por principios. Siempre me ha parecido esencial respetar las formas. Hoy se ha desvirtuado mucho, pero el respeto a las normas da garantías a la fortaleza democrática. En unos momentos en que la democracia está siendo vapuleada, es fundamental el cumplimiento de las normas. Y los dirigentes somos los primeros que debemos actuar así”.
-¿No lo hará para no inclinar la balanza hacia uno u otro?
“Primero, por ese respeto a la norma, y segundo, mi papel como secretario general debe ser éste; aunque, evidentemente tengo mis opciones personales. En estos momentos debemos mantener, no ya el juego limpio, sino el juego exquisito. He hablado con ambos candidatos. Conozco y he vivido estos tiempos de tensión lógica precongresuales y es la demostración de que estamos muy vivos. Mucho opinador de radio intenta marcar las líneas de nuestro partido. No estamos solos ante el reto de renovar la dirección del partido. Mucho más importante es revisar buena parte de nuestros postulados ideológicos y nuestro posicionamiento sobre el tiempo presente”.
-¿A qué se refiere?
“La crisis económica tiene un impacto tremendo desde el punto de vista político. Se está llevando por delante buena parte de la construcción democrática que habíamos consolidado. No soy partidario de alguien de derechas como Berlusconi, pero no me ha gustado nada la manera en la que ha salido del Gobierno. Nuestros derechos están siendo fulminados hasta extremos que ni siquiera consiguieron los fascismos a los que se derrotó en la Segunda Guerra Mundial. La crisis se lleva por delante a gobiernos como el de Zapatero, sin eximir el grado de responsabilidad que pudimos tener y la necesidad de cambio que había. Pero lo advierto, porque es un enorme peligro desconocer o minimizar el impacto público de esta crisis generada por la economía del crédito. La clave del congreso socialista será acertar en el diagnóstico y definir qué respuestas damos. Sé que hay quienes lo ven en clave de colocarse bien para lo que venga después o de pasar vendetta a alguien hablando mal de compañeros, cuando llevaban meses callados. Éstos me interesan menos”.
-¿Hay una mayoría de militantes y dirigentes volcados con Chacón, que no la apoyarán por el factor López Aguilar?
“Las urnas dirán quién obtiene mayoría. Es muy aventurado decir ahora qué va a pasar. Hay todo tipo de rumores, mentiras por un tubo y casi siempre interesadas, pero lo fundamental es respetar los procedimientos. Hay personas muy vinculadas a mí, personalmente o en el Gobierno, que ven a Rubalcaba (como Paco Hernández Spínola) o a Chacón (como Paquita Luego). No veo en qué deba afectar este proceso a la dinámica del PSC, más allá del intenso debate”.
-¿Por qué entonces se apunta a Juan Fernando López Aguilar como un elemento distorsionador?
“Juan Fernando tiene que participar en este proceso. Me parece muy bien que lo haga. Distinto es que pueda desnaturalizar alguna frase relativa a aspectos que nada tienen que ver con el congreso o, incluso, que haya quien quiera usar a Juan Fernando con otros fines. Tiene todo el derecho del mundo a participar y pelearé para que así sea, más allá de mis discrepancias o coincidencias”.
-¿Usted se va a presentar?
“No lo he decidido. Lo pensaré”.
-¿Su decisión afectará también a si sigue como secretario general?
“No, no tiene nada que ver. Llegará el momento del congreso regional y no le tengo ningún pánico a este tipo de circunstancias”.
-En este tiempo como máximo dirigente del PSC ¿se ha sentido solo, poco o nada respaldado por sus compañeros?
“Tengo muchas opiniones sobre ello, pero me corresponde a mí solo digerirlas y reflexionarlas. No me voy a quejar nunca públicamente cuando me sienta injustamente tratado. Creo que hay que ser muy prudente con las opiniones que se lanzan y dónde se lanzan. Me debo al partido por lealtad, no por un proyecto personal”.
-¿Por qué no acudió al acto de Miguel Ángel Moratinos en Tenerife?
“Porque no se me invitó personalmente. No acudí a un acto del que me enteré por los medios”.
-Hombre, ¿me va a convencer de que todo un vicepresidente del Gobierno y secretario general se entera por la prensa de que viene a dar una charla el exministro de Exteriores, que es un miembro destacado de su propio partido?
“No lo digo como crítica. Los dirigentes del partido tienen reuniones todos los días desde hace mucho tiempo. Cuando he podido, he intentado acudir”.
-¿Qué sentido tiene entonces la polémica por la reunión con Zarrías? ¿a qué tanto secretismo?
“Porque algunos no entienden más allá de estas circunstancias. Gaspar Zarrías forma parte de la actual dirección del partido. Tengo conversaciones periódicas con él en virtud de los cargos que ambos ostentamos. Llama y quiere pulsar la opinión sobre determinadas circunstancias y yo actúo. Si el otro lado hubiera hecho igual, también habría actuado así. Moratinos vino a Gran Canaria coincidiendo con la campaña electoral anterior, hubo una cena y tampoco fui invitado”.
-Pues ya es la segunda que le hacen…
“No me lo hacen, no me lo tomo de esa manera.
-Pero no puede evitar que sea lo que parezca.
“No soy yo el que va contando nada por ahí. Lo que faltaba es que el secretario general tuviera que pedir permiso para reunirse con cualquiera”.
-Hubo quien calificó esa reunión de sectaria.
“En absoluto. No fue una llamada a convocar masas para un objeto concreto. Se trata de alguien que viene y le pide a unas personas una opinión sobre cómo sigue el partido en Canarias y yo se la doy”.
-¿Cuánto más van a tener que estar los socialistas de Tenerife dependiendo de una gestora?
“El proceso congresual nos va a coger a todos igual. Habrá un congreso federal, a continuación los autonómicos, los insulares y los locales, con un calendario”.
-¿Ese será el camino que despeje la situación actual?
“Creo que sí”.
-¿Cuál es la gran reflexión que queda por hacer a su partido, su gran sueño?
“El PSC comparte todos los valores del PSOE: construir una sociedad de progreso, una economía equilibrada, donde se distribuya equitativamente el beneficio de ese gran beneficio económico… Sueño con hacer de Canarias un territorio que haga valer su importante peso en la política española y europea. Es nuestra gran oportunidad. Aún no se valora suficientemente el valor que tiene nuestro Archipiélago. Uno de nuestros primeros pensadores sobre el REF, el abogado tinerfeño Antonio Carballo Cotanda, ya decía que nuestro gran hecho diferencial es la distancia y el fragmento del propio territorio. Es una desventaja, lo vemos claro en materia energética, sanitaria o de comunicaciones. Pero también hay ventajas, como África, el continente que está en plena ebullición, cosa que ya tienen claro China o Brasil, no así Europa. Tenemos seguridad, comunicaciones aeroportuarias, capacidad de ser base logística para proyectos de cooperación… Vemos como nuestro principal sector económico va como una tralla y, sin embargo, no da para sostener una población de más de dos millones de habitantes. Todo ello lo sueño para que el PSOE lo impulse. Le doy un dato: el PP no llevó ni una sola línea sobre Canarias en su programa electoral y ahora estamos sufriendo las consecuencias; el PSOE sí lo hizo y desde las elecciones de 2004”.
-¿Contempla la posibilidad de recuperar para el PSC efectivos que se han ido, como en Tenerife?
“Hay quienes se marcharon por su propia voluntad. Nadie los expulsó. El PSC debe plantearse su futuro por encima de nombres y apellidos completos, plantearse ganar espacios de nuevas generaciones e incluso establecer reagrupamientos en torno a proyectos políticos comunes”.
-¿Por qué el PSC no está rentabilizando su presencia en el Gobierno de Canarias?
“Sí, me lo comenta mucha gente. Es verdad. La falta de comunicación es un problema del partido aquí y en todas partes. Lo mismo le dijeron al Gobierno de Zapatero. Eso no quiere decir que no se esté haciendo mucho, bastante. Quiero aclarar que éste es un gobierno, no dos. Me comprometí a hacer un Gobierno y trabajar para él”.
-Pues ustedes son los únicos que no se ven. A Coalición Canaria, permanentemente…
“No lo veo así. A quienes dicen que no identifican las políticas sociales del PSC les invito a hablar con los 23.000 docentes, o con los cabildos y ayuntamientos a ver si ha habido o no cambios. Y a que se comparen nuestros presupuestos con los de otras comunidades, a ver si se notan o no las políticas sociales”.
-Muchos empresarios y políticos, incluido el presidente Paulino Rivero, han celebrado la designación de Soria como ministro, ¿estará a la altura o se desinflará?
“Le deseo mucha suerte. Es muy positivo que un canario recuerde en el Consejo de Ministros nuestras especiales circunstancias, permanentemente. Ahora, que no trate de convertirse en la ventanilla única para instituciones y empresarios. Sería un profundo error reproducir la época de los caciques”.