JOSÉ LUIS CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
Considerados como autoridad pública desde hace apenas dos años, los médicos han dejado de ser presa fácil para los pacientes descontentos con el trato o el diagnóstico recibido. Eso es, al menos, lo que se desprende de las cifras recogidas el pasado año por el Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC), que recoge las denuncias contabilizadas en los colegios profesionales.
En Canarias, según explica el presidente del Colegio Oficial de Médicos de Tenerife (Comtf), Rodrigo Martín, el pasado año se produjeron 1,59 agresiones por cada 1.000 facultativos colegiados, una cifra inferior a la media nacional (2,42). En concreto, siempre según datos oficiosos.
-ya que muchas de las agresiones no llegan a los tribunales-, en el Archipiélago se produjeron unas 14 agresiones a médicos colegiados, casi un 40% menos que las contabilizadas en 2010 (23).
Según Rodrigo Martín, “en los dos últimos años se ha frenado la escalada de violencia hacia los médicos, a raíz del endurecimiento de las penas. De hecho, ahora ya se considera la agresión a un médico como un delito de atentado, incluso la agresión verbal”, agrega el presidente del Comtf, quien insiste en que “los ciudadanos, a medida que salen sentencias de este tipo, se frenan a la hora de cometer estos actos”.
Se trata de agresiones denunciadas previamente ante la policía, que luego gestionan los colegios profesionales. En Tenerife, la cifra de denuncias es algo más baja que en la provincia de Las Palmas, pero apenas difieren. Por sexos, el 50,4% de los médicos agredidos son varones, y el 49,56% mujeres. El 90,6% de los ataques se dieron en la atención sanitaria pública, mientras que en la privada solo se produjo el 9,38%. El 56,72% se dieron en la Atención Primaria; el 12,3% en hospitales; el 20% en servicios de Urgencias y el 10,98% en otros servicios. Las comunidades que presentaron más denuncias fueron Andalucía, Extremadura, Comunidad Valenciana y La Rioja, según el Observatorio de Agresiones de la Organización Médica Colegial.
“En Tenerife, una vez que el colegiado ha puesto la denuncia, los servicios jurídicos de la institución se encargan de todo. Ofrecemos asistencia gratuita, facilitamos un seguro y seguimos todo el proceso hasta el final”, denota Rodrigo Martín, quien asegura que “hasta ahora, todas se han resuelto a favor de los médicos, aunque no todas fueron consideradas como un atentado”. Además, desde el colegio se ofrecen tres cursos de formación para evitar situaciones de riesgo, en materias como La comunicación médico-paciente, La actuación ante situaciones de riesgo y Las entrevistas clínicas difíciles.
En Canarias la mayoría se juzgan como agresiones corrientes, con penas máximas que oscilan entre los 2 y los 4 años de prisión.
Cuando se ha producido un incidente de este tipo, tanto el paciente como el médico pueden objetar el uno del otro y solicitar un cambio. En el caso del profesional, y dado que todos los ciudadanos tienen derecho a recibir asistencia médica, lo que puede hacer es solicitar al Servicio Canario de Salud que derive a ese paciente a otro facultativo.
“Tras una agresión, los profesionales se quedan muy afectados, porque hacen todo lo que pueden por ayudar a los pacientes. Ha llegado a haber casos en los que se ven obligados a coger la baja”, asevera Rodrigo Martín, quien está convencido de que hay “muchos más casos que denuncias, porque éstas solo se dan cuando el médico cree que la situación es insostenible o después de haber sido agredido”.
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El 30% de los sanitarios padece problemas psicológicos
Estrés y malestar. Diversos estudios señalan que existen niveles elevados de estrés y malestar psicológico en los médicos, objetivable incluso desde el periodo de formación MIR. Los datos encontrados en países como EE.UU. o Inglaterra se reproducen en España, tal y como indican los resultados de una investigación llevada a cabo por la Fundación Galatea o la realizada por la Sociedad Española de Medicina Psicosomática. La mayoría de estos trabajos ofrecen cifras de prevalencia de “disfuncionalidad psicológica” en el colectivo médico por encima del 30%. Así, diversas asociaciones profesionales y sociedades científicas recomiendan la prevención de las dificultades psicológicas de los médicos mediante el entrenamiento en recursos psicosociales.
Grupo de trabajo. Desde el año 2009, el Colegio de Médicos de Tenerife cuenta con un grupo de trabajo sobre riesgo psicosociolaboral, coordinado por el doctor Pedro Javier Rodríguez Hernández, médico facultativo del área de Psiquiatría, Máster en Psicosociología aplicada al trabajo y Máster en Dirección Clínica. Otros miembros del equipo son María Teresa Santamaría Ramiro y José Ángel López Fernández, psicólogos expertos y docentes en técnicas de reducción de estrés.
Bienestar laboral. Como resultado de las reuniones del grupo, se diseñó el Programa de Prevención del Riesgo Psicosociolaboral del Comtf, que consta de tres subprogramas: el Programa de Bienestar Laboral del Médico (Probila), el Programa de desarrollo profesional y humano del MIR y el Programa de intervención clínica en estudiantes del MIR de la OMC.
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