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Cuatro años de cárcel por 100.000 m3 de escombros en un solar palmero

TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

La Sección Quinta de la Audiencia provincial de Santa Cruz de Tenerife ha condenado, en sentencia hecha pública hace unos días, a dos vecinos de El Paso a una pena de cuatro años y un día de prisión como responsables de un delito contra el medio ambiente, dando por probado que los ahora condenados rellenaron el hueco producido en su negocio de extracción de áridos con un vertido incontrolado de escombros, propios y ajenos. Los hechos se remontan, según considera probado el tribunal, a 1999, cuando los dos implicados iniciaron el referido vertido ilegal en el terreno ubicada en el término municipal de El Paso, concretamente en la zona conocida como Hoyo de Bernardino, cesando definitivamente una década después gracias al precinto determinado por un juzgado de Los Llanos de Aridane.

Durante esos dos lustros, en el terreno se vertieron materiales de todo tipo, ya fueran escombros de demolición, residuos férricos tales como electrodomésticos, chatarra, filtros de aceite, bloques de cemento, alquitrán, productos fitosanitarios usados, neumáticos, somieres, colchones, bidones metálicos, recipientes de pintura, residuos de empaquetado de plátanos, plásticos, maderas, envases y hasta residuos orgánicos, generalmente vegetales.

En total, la Audiencia estima que el vertido ocupó 15.000 de los más de 27.000 metros cuadrados de extensión del terreno, por un volumen estimado del material vertido en 100.000 metros cúbicos. Entre los fundamentos jurídicos de la sentencia resalta que uno de los condenados reconoció que cobraban diez euros por camión ajeno que vertía residuos en el lugar, al punto que había un cartel anunciador de los horarios en que se podía acudir al lugar. Así las cosas, el magistrado-ponente entiende que se causó además un daño medioambiental “apto para perjudicar gravemente el equilibrio de los sistemas naturales, al punto que un ingeniero del Consejo Insular de Aguas explicó que los vertidos se encuentran “en el Acuífero de las Vertientes, del que se obtiene un porcentaje elevado de los recursos hídricos de la Isla”, existiendo para el mismo un “riesgo potencial moderado y significativo”. También se les condena a que restauren a su cargo el equilibrio ecológico.