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Desarticulan una red que vendía ilegalmente medicinas para su uso como drogas

EFE | La Habana

Varias personas dedicadas al comercio ilegal de medicamentos para su venta como drogas y a su elaboración por métodos artesanales con materias primas falsas y contaminadas, fueron arrestados en La Habana, reveló hoy el periódico oficial “Juventud Rebelde”.

Operarios y empleados de tres laboratorios farmacéuticos estatales de La Habana que estaban vinculados a expendedores ilegales fueron detenidos por la policía y procesados, según el reportaje.

En el mismo se advierte, igualmente, a quienes adquieren medicamentos por “la calle” o “la izquierda”, términos que se utilizan popularmente en Ciba para referirse al mercado negro.

“La indisciplina, la desorganización y el descontrol son brechas que abren paso a fenómenos de gran peligrosidad social como la venta ilícita de medicamentos”, subrayó el diario.

Además, recomendó estar “atentos a esa cadena” que tiene como “último eslabón” al “incauto” que compra fuera de los espacios autorizados y consume medicinas al margen de las prescripciones médicas.

En estos casos cita el tráfico de tabletas de Benadrilina, un medicamento indicado generalmente para procesos de intoxicaciones y alergias, que eran envasadas y vendidas como Parkisonil (droga estupefaciente).

También el robo de un lote de 656.570 tabletas de Meprobamato (relajante muscular) que estaban destinados a la incineración por haberse contaminado con una bacteria.

En uno de los casos descubiertos, los implicados sustraían etiquetas, tabletas a granel y las piezas de una máquina que convirtieron en una pequeña prensa o “blisteadora”, que les permitía confeccionar de un taller artesanal los envases para las falsas tabletas de Parkisonil.

El artículo señala, asimismo, que en uno de los grupos desarticulados se le decomisaron diez kilogramos de Parkisonil al que habían añadido almidón de maíz con el propósito de aumentar su volumen.

Una vez envasados, podrían ser convertidos en 47.000 dosis de una droga que algunos consumidores identificaban como “principio activo”.