J. L. CÁMARA | Santa Cruz de Tenerife
El presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, respondió raudo a las denuncias de cinco ONG que gestionan los pisos de menores en riesgo que están bajo la tutela del Gobierno canario, cuya protección delega a los cabildos.
Como publicó este periódico, las entidades (Aldeas Infantiles, Asociación Canaria de la Infancia, Nuevo Futuro, Proyecto Don Bosco y Mensajeros de la Paz) criticaban que la congelación, por segundo año consecutivo, de la dieta que por cada menor paga el Cabildo insular (52 euros diarios), ha provocado que varias de ellas tengan que acudir a la beneficencia para seguir prestando el servicio básico a los niños. Melchior se reunió ayer mismo con representantes de las cinco ONG, con las que consensuó elaborar una propuesta de convenio a dos años, y prometió que a finales del presente mes de enero se cerrará un acuerdo de financiación, garantizando en todo momento la “continuidad de la prestación de los servicios”.
En el encuentro también estuvieron presentes el vicepresidente segundo y consejero de Bienestar, Sanidad y Dependencia, Aurelio Abreu; y la consejera delegada del Instituto de Atención Social y Sociosanitario (IASS), Margarita Pena. Ambos agradecieron a las asociaciones el trabajo que realizan “en el compromiso que comparten con el Cabildo de atención a los menores en situación de riesgo y desamparo de Tenerife”. “Desde el IASS se asume plenamente la preocupación de estas cinco ONG, que representan el 30% de las 450 plazas que gestiona la Unidad de Infancia y Familia actualmente”, afirmó la consejera Margarita Pena, que recalcó que “en ningún caso se las ha abandonado, sino que, dentro de las difíciles circunstancias, se han tratado de mejorar sus condiciones (de hecho, en los últimos años se ha subido la financiación de la dieta diaria por niño en 10 euros, sin que la financiación de la Comunidad Autónoma haya aumentado)”.
Los representantes de las organizaciones no gubernamentales se mostraron satisfechos tras la reunión con los responsables cabildicios, a los que dejaron claro que si no cambiasen las condiciones económicas peligraría la continuidad del actual sistema de protección. “Ya en años anteriores nos hemos visto obligados a buscar voluntarios que nos sirvan de apoyo, desarrollar campañas, solicitar esfuerzos a los trabajadores y apelar a la buena voluntad de los socios para poder llegar a fin de mes”, denotó uno de los miembros de la plataforma, que considera que la dieta diaria por niño debería rondar los 80 euros, casi 30 más de lo que perciben las ONG desde hace más de una década.