Sus peculiaridades y su rico mosaico cultural han permitido a España afianzarse como destino turístico líder, resistiendo la pujanza de nuevos y modernos competidores. Sólo Estados Unidos y Francia son comparables al poderío de esta industria, la primera del país en volumen de negocio, que encuentra en las Islas Canarias a su mejor exponente.

Una franja de territorio tan pequeña como la nuestra, situada en una posición geoestratégica envidiable, opera con solvencia en este exigente negocio desde hace muchos años. Si bien fue en la década de los Sesenta del pasado siglo cuando comenzamos a despuntar, hace mucho que nos han dado prestigio tanto la singularidad de nuestro clima, gastronomía, cultura y paisaje, como el carácter de nuestra gente, y la calidad de la atención que recibe el visitante.

En la XXXII Feria Internacional de Turismo, Fitur 2012, que se ha desarrollado estos días en Madrid, han quedado plasmadas todas estas virtudes en un colorista pabellón de casi 2.000 metros cuadrados que muestra los encantos de las siete Islas.

Allí acudimos acompañando a nuestro ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, que expuso las ideas que espera desarrollar de forma coordinada con el sector y las administraciones públicas del Archipiélago.

Visitamos todos los stands, y más tarde debatimos sobre la situación junto a los diputados Pablo Matos, flamante presidente de la Comisión de Industria, Energía y Turismo del Congreso de los Diputados; Águeda Fumero y Manuel Torres, así como los diputados Manuel Fernández, Astrid Pérez y Águeda Montelongo, el presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Bravo de Laguna, y el alcalde de Santiago del Teide, Juan Gorrín, entre otros.

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, no podía haber elegido mejor al responsable de esta importante área de su Ejecutivo, pues Soria demostró pleno conocimiento de cada tema relacionado con un sector que requiere verdadera dedicación. Si analizamos los datos del Ministerio, el Archipiélago lidera el aumento del turismo en España, con un 18,4%, lo que supone duplicar el incremento medio estatal, un nada despreciable 8%. Los turistas, además, gastaron más de 1.000 millones de euros durante su estancia en las Islas, una importante subida respecto a un 2010 que fue aciago.

Estos esperanzadores números obedecen al esfuerzo común por reflotar un sector clave que nos necesita a todos, pero hay que lamentar que no se hayan reflejado en la realidad actual de la economía de Canarias, que sigue siendo la región europea con más paro. Creemos necesario articular, como bien prevé el Ministerio, un plan de acción orientado a la creación de empleo y un relanzamiento de la actividad económica privada. El turismo ha de ampliar miras y fijarse nuevos horizontes más allá de nuestros habituales clientes de sol y playa, a los que también hemos de conservar.

Es preciso seguir profundizando en la búsqueda de rutas aéreas, mejores conexiones y nuevas frecuencias, que permitan disponer de tarifas más competitivas para que sea posible abaratar los costes, pero también captar potenciales visitantes en mercados emergentes a los que Canarias no se ha dirigido de forma masiva hasta ahora, sin renunciar al turismo peninsular o a los emisores extranjeros tradicionales.

Nos parece muy oportuno, de hecho, que las principales medidas que ha anunciado el Gobierno estén destinadas a favorecer la circulación del crédito, con incentivos a la inversión y la contratación. Las administraciones públicas, en no pocos casos, han ocupado el lugar que corresponde a la inversión privada, y es urgente comenzar a reducir tanto intervencionismo.

Ayuntamientos, cabildos y Gobierno autonómico han de tener competencias bien definidas para evitar solapamientos, y colaborar en reducir de forma drástica la maraña burocrática a la que se enfrenta el empresario en el ejercicio de su actividad. Recordamos: una función, una administración.

En esta línea, ya el ministro de Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, ha anunciado su intención de modificar la Ley de Costas para terminar con los problemas que ha generado su aplicación. Hay que acometer mejoras en el litoral canario, que precisa de nuevas acciones que lo pongan en valor, así como favorecer la renovación de la planta obsoleta y la regeneración del espacio turístico, con el fin de que pueda adaptarse a los nuevos requerimientos del sector.

Estamos convencidos de que la aportación de José Manuel Soria y su equipo al frente del Ministerio de Industria, Energía y Turismo, supondrá el definitivo impulso a un sector que debe seguir siendo el motor que tire de la economía de España y de Canarias.
Es una gran oportunidad que habremos de aprovechar.

Antonio Alarcó es Portavoz del Grupo Popular en el Cabildo de Tenerife y senador por la Isla