D. N. M. | Santa Cruz de Tenerife

Al Catpe le preocupa que el Régimen Económico y Fiscal (REF) se esté quedando obsoleto. Ángel Ferrera lamenta el “déficit de voluntad política” para su actualización.

-¿Qué respuesta han encontrado los informes del Catpe? Sobre todo, el de la ordenación del territorio.

“Inicialmente causó sorpresa e incluso alguna crítica. Pero, una vez que se leyó a fondo, hemos recibido felicitaciones”.

-Es un estudio complejo…

“Analiza los últimos quince años de ordenación del territorio. Los legisladores nos han metido una regulación espantosa que nos ha llevado a una situación en la que las inversiones están temerosas. Es muy complicado por toda la maraña administrativa. Hay una inflación regulatoria preocupante. Al principio, el Gobierno se sorprendió y parece que en algunos ambientes no gustó demasiado”.

-¿Ha habido contactos con responsables públicos?

“Sí , el informe se les entregó a las principales autoridades del Archipiélago. En general, ha tenido una buena acogida. He hablado con dirigentes de la Comunidad Autónoma y me han dicho que es un informe muy independiente, en positivo”.

-En este primer trimestre publicarán uno sobre el REF. ¿Podría avanzar algo?

“El Régimen Económico y Fiscal es una herramienta muy útil para Canarias. Forma parte del entramado de lo que debe ser la política económica de las Islas y, como instrumento fundamental, necesita una actualización, una modernización. Antes que nada, habría que poner en marcha elementos recogidos en el REF vigente. Hay reivindicaciones no satisfechas por un déficit de voluntad política”.

-¿Cuáles?

“Bueno, en este Régimen Económico y Fiscal ya figura que Canarias ha de tener unas tasas aeroportuarias por debajo de la media nacional, que la inversión pública debe ser la media del conjunto del país, la quinta libertad o cielo abierto y el plan de infraestructuras turísticas”.

-Se avecinan unas largas negociaciones con Bruselas…

“Hay que establecer una hoja de ruta para unas enrevesadas negociaciones”.

[apunte]

Medalla de Oro por su “profesionalidad”

Ángel Ferrera nació en 1943 en Avilés (Asturias) y en 1950, con siete años, se trasladó a Canarias. Durante su etapa universitaria se involucró en movimientos estudiantiles a favor de la democracia.

En el ámbito laboral se introdujo a través del sector de la automoción. Fomentó la participación empresarial mediante la fundación de la Federación Empresarial Canaria, primera organización libre y democrática que se constituyó en el Archipiélago, en 1976. También colaboró en la creación de la Confederación Canaria de Empresarios, de la Federación del Metal, de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), del Círculo de Empresarios de Canarias y de la Fundación Bravo Murillo. Ocupó la presidencia de la Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Las Palmas. A finales de 2006, Ferrera dejó la jefatura de la eléctrica Unelco Endesa por “motivos personales”.

“La trayectoria profesional de Ángel Ferrera, su apuesta por Canarias y su contribución al fomento de la participación empresarial en foros de encuentro y cooperación” le hicieron merecedor de la Medalla de Oro de Canarias, concedida en mayo de 2007.

Antes de promover el laboratorio de ideas Centro Atlántico de Pensamiento Estratégico, Ferrera echó a andar el Clúster de Comunicación y Marketing de las Islas Canarias, Las Iniciativas, una plataforma empresarial surgida para auspiciar la dinamización de la economía de la región.

Ángel Ferrera asumió en 1975 la dirección de la compañía de importación de vehículos Domingo Alonso, S.A. Junto a Artenio Alonso, logró para la provincia de Las Palmas la concesión de la marca Toyota.

En 1993, Toyota Motor Corporation (TMC) decidió unificar las sociedades mercantiles Impocasa (Las Palmas) y Blandy (Santa Cruz de Tenerife). Ahí nació lo que hoy es Toyota Canarias.

[/apunte]