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Fiestas ilegales… sin seguridad > Sergio García De la Cruz

El nuevo año ha destapado una nueva y supuesta fiesta ilegal que se celebró junto al Auditorio. Lejos de entrar en este galimatías, sí pondré en entredicho la seguridad de algunos de estos tipos de eventos. Ciertamente, me preocupa el hecho de que se celebrara una fiesta a la que asistieron 3.000 personas sin disponer del permiso pertinente, pero también me preocupa las que aun con las preceptivas autorizaciones no le dan a la seguridad la importancia que debiere.

Contradictoria es la situación en que un ayuntamiento se preocupa por tener una playa cerrada por motivos de seguridad, y en cambio no vela por la seguridad de un evento al que acuden una cantidad considerable de personas. Nadie es ajeno al riesgo que ello supone, ya no hablamos de una situación de competencia desleal o de burocracia administrativa, hablamos de la integridad física de personas que quedan expuestas a un riesgo desmedido. La seguridad debe primar por encima de todo, es necesaria e imprescindible, no dejemos las cosas “total, no va a pasar nada…”.

¿Es habitual que exista un Plan de Contingencias, Seguridad y Evacuación?, pues no… ¿es obligatorio?, evidentemente. Una actividad de ocio no debe convertirse en una experiencia negativa, por tanto, exijamos de quienes deben velar por ella lo hagan de manera efectiva. Uno de los principales problemas con que nos encontramos es la superación del aforo permitido; otro son las salidas de emergencias, a veces insuficientes, otras obstaculizadas. Todas las vías de evacuación deben estar perfectamente despejadas y correctamente señalizadas e iluminadas.

Muchos recordarán el incendio en la discoteca Alcalá 20, de Madrid, ocurrido en 1983. Para un aforo de 900 personas, solo disponían de una salida de emergencias, y dicen que “resultaba impracticable”. Hubo 79 fallecidos.

Los recintos en los que se celebran eventos de manera ocasional necesitan de un mayor control por parte de los ayuntamientos correspondientes, debido principalmente a las características del terreno y su eventualidad. Es necesario que se haga un trabajo minucioso y no permisivo, aplicando con contundencia la legislación vigente, siendo intransigente a la hora de conceder la licencia.

Se deben prohibir y evitar las que carecen de permiso, esto desde el mismo momento en que se tiene conocimiento de su futura celebración, todo ello: por motivos de seguridad. Prohibirla mediante decreto, que se notificará a sus impulsores. Dar cuenta a la Delegación del Gobierno, en evitación de un altercado público, máxime si ya se ha producido la venta de entradas, además de advertir a los ciudadanos de que no compren más entradas porque se van a encontrar que no pueden entrar al local porque no reúne condiciones.

La Dirección General de Consumo, también, tendrá conocimiento de esa venta de entradas. Llegado el momento del evento los agentes velarán para que no se realice, y en caso de incumplimiento de la prohibición se ordenará la suspensión inmediata de la actividad, que de no realizarse de forma voluntaria se podría llevar a cabo mediante ejecución forzosa. Esto a grandes rasgos es lo normal…