Homenaje a Benavides en el 250 aniversario de su muerte

DIARIO DE AVISOS | Santa Cruz de Tenerife

El Cabildo de Tenerife rindió un homenaje al militar tinerfeño Antonio de Benavides Bazán y Molina coincidiendo con el 250 aniversario de su fallecimiento. Por ese motivo, el presidente del Cabildo, Ricardo Melchior, el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, y el teniente general del Mando Militar de Canarias, César Muro, depositaron una corona de flores en la tumba del militar tinerfeño, cuyos restos se encuentran localizados en la Iglesia Matriz de la Concepción, en Santa Cruz de Tenerife.

En el homenaje también participaron el director insular de Cultura y Patrimonio Histórico, Cristóbal de la Rosa, y el párroco de la iglesia, don Mauricio. El homenaje a la figura del general Benavides se completó ayer por la tarde, en el Salón Noble del Palacio Insular con la conferencia del general y presidente de la Tertulia Amigos del 25 de julio, Emilio Abad.

Restauración

El Cabildo de Tenerife restauró recientemente la lápida de los restos del teniente general tinerfeño, que se encuentra localizada en la entrada principal del templo santacrucero, como fue expreso deseo en su momento de Benavides. Esta intervención se realizó al estar partida a lo ancho y se aprovechó también para acometer trabajos de limpieza y reparación. El texto, que se ha mantenido intacto en estos 250 años, recoge la siguiente grabación: “Aquí yace el excelentísimo señor don Antonio Benavides, teniente general de los Reales Ejércitos, natural de esta isla de Tenerife. Varón de tanta virtud, cuanto cabe por arte y naturaleza en la condición mortal”.

Antonio de Benavides Bazán y Molina (La Matanza, 1678-Santa Cruz de Tenerife, 1762) tuvo una destacada trayectoria militar en la que sobresale haber salvado la vida al Rey Felipe V y haber ocupado puestos relevantes en América como capitán general en La Florida, Veracruz y Yucatán.

Una de sus más destacadas actuaciones se localiza en diciembre de 1710 Villaviciosa cuando cambió la montura con el Rey, al estimar que el caballo blanco del Monarca era un blanco más fácil para los enemigos.