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Interlocutores > Alfonso González Jerez

Que dice el Gobierno autonómico que no reconoce a José Manuel Soria como interlocutor en el grave asunto del mantenimiento (o suspensión) de las tasas aéreas. Supongo que lo que quiere decir el Gobierno es que no lo reconoce ya, porque, sorprendentemente, a los pocos días de ser nombrado ministro por Mariano Rajoy, al señor Soria se le recibió casi bajo palio en la sede de la Presidencia del Gobierno por Paulino Rivero. Esta torpeza fusiona varias torpezas anteriores: la decisión del presidente Rivero de convertirse en el consejero de Turismo de facto, la ansiedad por las oportunidades fotográficas de relumbrón, la ingenuidad de suponer que Soria quedaba comprometido por una reunión de esta naturaleza, la suposición de que un ministro, con apenas quince días en el cargo, y en una situación económica y presupuestaria como la actual, un ministro que no había siquiera designado a todo su equipo y con apenas un par de reuniones con sus colegas en las espaldas, estaba en condiciones de aceptar o negar absolutamente nada.

Luego está Soria, por supuesto. Los propios designios estratégicos del señor Soria respecto a las relaciones entre Gobierno central y Gobierno regional y su papel político en ellas. Soria no va a ser ningún conseguidor. En una situación económica distinta sin duda asumiría tal papel con su proverbial habilidad arácnida, pero no es el caso. Soria no tiene un cuarto. El descenso presupuestario de su complejo ministerio es brutal, y aumentará sin duda en los presupuestos generales para 2012, que se aprobarán, Merkel mediante, en mayo próximo. En esta situación el señor Soria adapta su discurso a sus posibilidades: las tasas aéreas son un invento comunistoide, las subvenciones a las energías alternativas un fracaso anticipado, el plan de rehabilitación de la planta turística un grito lastimero que pretende un nuevo intervencionismo… Soria podrá permitirse el lujo de encerrarse en un discurso supuestamente liberal en su primera etapa como ministro de Industria, Energía y Turismo, acusando grotescamente al Gobierno autonómico de pedir agua por señas al Gobierno español. Ustedes lo ha hecho mal y por eso Canarias sufre el 31% de desempleo. Ustedes apoyaron el desastre sonriente que se llamó José Luis Rodríguez Zapatero. Ustedes se negaron a pactar con el vencedor de las elecciones autonómicas de 2011, el PP, para conservar la Presidencia del Gobierno y la mayoría de las áreas del Ejecutivo, y prefirieron llegar a un acuerdo con los socialistas, ustedes amenazan quizás con una rebelión frente al Estado para no perder las poltronas, etcétera, etcétera. Esta combinación entre doctrinarismo liberaloide y deliberada confusión entre lo institucional y lo partidista la ejercerá a fondo durante meses mientras el Archipiélago se desliza en una pendiente hacia el desastre económico y las convulsiones sociales.