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La capital, por fin, se abre al mar

Más de 40.000 vehículos circularán por este túnel de 500 metros de longitud y que se encuentra por debajo del nivel del mar. / FRAN PALLERO

ÁNGELES RIOBO | Santa Cruz de Tenerife

No cabe duda de que con las obras de la Vía Litoral de Santa Cruz, la capital ganará un espacio peatonal insólito y conseguirá, de una vez por todas, abrirse al mar. A pesar de la incomodidad de unas obras ubicadas en la salida más céntrica de Santa Cruz y que enlaza nada menos que con las las autopistas del Norte y el Sur de la Isla, el sacrificio vale la pena.

Es necesario no perder la calma porque ganar 50.000 metros cuadrados de explanada diáfana para uso y disfrute de chicharreros y visitantes lo merece. Ese es, precisamente, el objetivo principal de esta primera fase de la Vía Litoral, y con él parece estar de acuerdo todo el mundo, salvo que la ejecución de la infraestructura, según el trazado oficial, precisa de la retirada de seis inmensos laureles de indias ubicados al comienzo de la avenida de Anaga.

Cada uno de estos árboles pesa unas dos toneladas y se sostienen y alimentan de más de 70 metros lineales de raíces. El futuro de la ubicación de estos laureles tan emblemáticos por su importante valor paisajístico y cultural, es lo que ha provocado, a petición ciudadana, diversas modificaciones del trazado de la infraestructura que contempla el paso soterrado del tráfico de la avenida marítima a la altura de la plaza de España.

En la actualidad, el proyecto promovido por la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias y que cuenta con el beneplácito del Ayuntamiento de Santa Cruz y de la Autoridad Portuaria, contempla el polémico trasplante de los seis laureles de indias, unos diez metros más atrás. Una solución que, como hemos venido informando a los lectores en las últimas ediciones, tampoco termina de convencer a algunos ciudadanos que han propuesto un trazado alternativo aunque “inviable” según las autoridades responsables.

La explanada superior (izquierda) será un continuo sin coches en pleno centro. A la derecha, imagen de la boca del túnel subterráneo. / FRAN PALLERO

500 metros

El ingeniero director de la obra, Adolfo Hoyos, detalla – junto a su colega Enrique Marina-, que los trabajos del túnel subterráneo de la Vía Litoral comenzaron en marzo de 2010. Esta primera fase, que contempla la construcción de una vía soterrada desde el edificio del Cabildo que saldrá a la superficie al inicio de la avenida Anaga, dispone de un presupuesto de unos 80 millones de euros, sin contar el acondicionamiento de la explanada superior resultante, que se destinará a zona de esparcimiento. Adolfo Hoyos detalla que dicho túnel se encuentra bajo el nivel del mar, que tendrá unos 500 metros de longitud, de los que ya se han construido 100, y que, además, dispone de un carril para cada sentido. Cuando finalicen los trabajos, tanto los 40.000 vehículos que transitan en la actualidad por la avenida, como aquellos que quieran acceder al puerto lo harán por este paso soterrado, liberando la explanada superior. El ingeniero añade que el traslado de los laureles cuenta con todas las garantías de técnicos de una empresa especializada de la Península que se harán cargo.

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Opción descartada

Adolfo Hoyos, ingeniero de la Consejería y director de los trabajos, recuerda que tanto el Ayuntamiento capitalino como la Autoridad Portuaria descartaron la opción brindada por un grupo de vecinos conformado por ingenieros y técnicos independientes, la plataforma contraria al PGO de Santa Cruz y la agrupación política Sí se puede; porque “rompe con el continuo de la explanada superior”. Cabe recordar que la propuesta popular adelanta la salida del subterráneo a la altura de la Plaza de España, para no tocar los laureles, mientras que la planificación oficial, con salida a la altura del restaurante chino, obliga al traslado de estos árboles.

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