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La Gomera y el Gobierno canario apuestan por las estaciones de bombeo como garantía de las energías renovables

EUROPA PRESS | SANTA CRUZ DE TENERIFE

El presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, y la viceconsejera de Industria y Energía del Gobierno de Canarias, Francisca Luengo, explicaron este martes el significado de la instalación de centrales hidroeléctricas de bombeo en la isla colombina.

Por un lado, en La Gomera existen dos parques eólicos, situados en Ayamosna y en El Revolcadero, y por otro lado se contará con la instalación de una estación de bombeo en la que se está trabajando desde el Cabildo para situarlo en una zona fácil y rentable.

Asimismo, en este último proyecto se estima el valor orientativo de potencia hidráulica de 15 megavatios para la isla, cuya puesta en funcionamiento se prevé en 2015.

Casimiro Curbelo ha manifestado que el Real Decreto aprobado el pasado viernes en el Consejo de Ministros sobre la suspensión temporal de los procedimientos de preasignación de retribución de energías renovables y de los incentivos a las nuevas instalaciones de producción eléctrica es “una realidad negativa” pero, según sus palabras, “desde el Cabildo de La Gomera, junto al Gobierno de Canarias, daremos una solución de compromiso para que sea una realidad tan necesaria en nuestra isla”.

Por su parte, Luengo apuntó que los parques eólicos en La Gomera serán los primeros que se autorizarán desde la Consejería de Industria y Energía del Gobierno de Canarias del concurso eólico de 2007.

El Consejo de Ministros del anterior Gobierno de España confirmó en el mes de octubre de 2009 que se destinarán 500 millones de euros para construir hasta 2020 estaciones de bombeo-turbinación que permitirán almacenar energía eólica. Canarias ha planificado las infraestructuras energéticas para el horizonte 2012-2020 y, teniendo en cuenta la importancia de las energías alternativas, desde Canarias se propuso al Ministerio que la citada Planificación recoja los bombeos o centrales reversibles en las islas de La Gomera, Gran Canaria, Tenerife y La Palma por un total de 299 megavatios, lo que permitirá almacenar los excedentes producidos en horas en las que la producción excede a la demanda y devolver esa energía en horas en la que la demanda es superior.

La mayor parte de la energía que se produce en las islas se cubre utilizando sólo petróleo. Para ser más exactos, el 93 por ciento es a través del petróleo y sólo 7 por ciento procede de renovables. A este diagnóstico de dependencia real de este tipo de combustibles hay que añadir el sobrecoste que supone en las Islas utilizar el petróleo. Producir la energía convencional en Canarias cuesta más caro que en la Península por nuestras circunstancias físicas.

Canarias deberá alcanzar el 30 por ciento de energías renovables en 2015 para lo que se necesita un sistema de bombeo que permitirá, de salir adelante, la creación de hasta 15.000 empleos en toda Canarias.

Instalación de bombeo

Una instalación hidroeléctrica de bombeo consta de dos embalses situados a diferente altura de tal manera que puede funcionar como turbina, produciendo energía mientras pasa agua del embalse superior al inferior o como bomba, consumiendo energía para almacenarla en forma de energía potencial en el embalse superior. Este ciclo (bombeo-turbinación) tiene un rendimiento del orden del 70 por ciento.

La pérdida de energía de este ciclo queda ampliamente compensada por sus beneficios ya que posibilita el almacenamiento de energías excedentarias (energías que se producen en momentos en los que no existe suficiente demanda para colocarlas en el sistema y que se perderían) permitiendo una mayor integración de la producción renovable (aumentando sus horas de utilización) y contribuyendo a la reducción de las emisiones de CO2 debido a que la energía almacenada sustituye a la producción de peor calidad ambiental.

Asimismo, una vez almacenada posibilita su uso cuando es más necesaria como reserva frente a emergencias (sustituyendo la potencia perdida, reduciendo la energía dejada de suministrar y el tiempo de reposición), como potencia rodante de calidad que mejora la estabilidad del sistema y como mejora de la eficiencia (programando su uso cuando sustituye a la producción más cara, dando lugar a una reducción del coste variable). Por otro lado, también reduce la necesidad de tener grupos térmicos al mínimo técnico (funcionando a bajo rendimiento) para aportar la potencia rodante que necesita el sistema, reduce la necesidad de potencia instalada a efectos de índice de cobertura (reduciendo el coste fijo del sistema) y mejora el control de tensiones (gestionando la producción flexible de potencia reactiva).

Su inclusión en la planificación 2012-2020, además de los beneficios indicados, permitirá conseguir objetivos como potenciar las fuentes energéticas autóctonas para que las energías renovables aporten, en 2015, el 30 por ciento de la generación eléctrica, así como reducir el grado de dependencia energética de Canarias un mínimo de 5 puntos el año 2020.