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Santa María del Mar: 47 años de historias

La población de Santa María ha disminuido y envejecido en los últimos 47 años, pasando de 2.000 a poco más de 1.600 habitantes. / SERGIO MÉNDEZ

ÁNGELES RIOBO | Santa Cruz de Tenerife

Santa María del Mar nació en 1965 como una moderna hija del municipio de El Rosario. Años después, se unió a Santa Cruz, pudo ponerse guapa gracias al plan de barrios municipal de los años 80 y tuvo hijos: Los Alisios, Cuevas Blancas y Añaza; este último algo más independiente. Ahora, con 47 años, en plena madurez, se esfuerza por no tener una senectud precoz, causada, principalmente, por el abandono y el envejecimiento de su población.

Jóvenes en edad de emancipación procedentes, en su mayoría, de Santa Cruz, quisieron comprar sus casas y formar sus familias en el entonces moderno barrio construido sobre una antigua finca de hortalizas que llegaba hasta el mar. Muchos de ellos vivían con sus padres, otros tenían novia y otros tantos estaban casados pero aún vivían bajo techo paterno.

Todos vieron una buena oportunidad para independizarse en los atractivos precios y las facilidades de pago gracias al Montepío (mutua de la época). Aquellos jóvenes hoy son sexagenarios que han querido compartir con este periódico sus recuerdos y experiencias en el barrio.

Los hermanos Germán y Gregorio Trujillo viven en Santa María del Mar incluso desde antes de que existiera como tal. La zona era conocida como la Finca del Duque, por el conde de Abrante. Ellos vivían con su familia, en la casa del servicio, y trabajaban en los terrenos sobre los que se construyó el barrio que en aquel entonces llegaba hasta la costa. Cabe recordar que la autopista del Sur se construyó en 1973.

Antes que los bloques

“Empezábamos a plantar en enero, por la parte alta, donde actualmente está Cuevas Blancas, y acabábamos en diciembre en la playa. Gastábamos las guatacas”, recuerda Germán. Su hermano Gregorio añade que “ganábamos 38 pesetas diarias, allá por los años 60”, y apostilla que, por aquel entonces, trabajaban de domingo a domingo porque además atendían a los animales. Una vez se construyeron las viviendas, Germán compró allí. Años más tarde, su hermano fabricó en Los Alisios.

Wenceslao Pérez vino a vivir a Santa María cuando tenía 25 años, procedente de Santa Cruz. Vivía en casa de sus padres, ya tenía novia y necesitaba crear su propio hogar. Wenceslao relata con orgullo que fue el primer secretario de la junta parroquial y de la sociedad privada Ciclo Familiar, que aún continúa en funcionamiento con unos 60 socios. Vivió como unos veinte años en la barriada hasta que se construyó una casa en unos terrenos aledaños. “Casi pierdo hasta mi trabajo” afirma, por su parte, José Hernández, a la vez que recuerda cómo, habiendo dicho que se iba a desayunar, se escaqueaba de su puesto de trabajo para ir al Ayuntamiento y efectuar las demandas de los vecinos de su barrio. José Hernández presidió la Asociación de Vecinos Ciudad Satélite de Santa María del Mar desde 1988 hasta 2008.