TINERFE FUMERO| Santa Cruz de Tenerife
Tras casi ocho años de espera tras escapar milagrosamente de las llamas que calcinaron sus hogares, tres vecinos de Santa Cruz de Tenerife llamados Deogracias, Elsa y Dolores aguardan con impaciencia a que la titular del Juzgado número 6 de la capital tinerfeña plasme el acuerdo alcanzado entre las distintas partes implicadas en este litigio.
Dicha decisión judicial pondrá fin a una compleja batalla jurídica para decidir quién indemniza por los daños ocasionados en el pavoroso incendio que el 19 de febrero de 2004 asoló un edificio entre la calle Teobaldo Power y el callejón del Combate.
Aunque las cantidades pactadas suponen una rebaja apreciable con respecto a lo demandado, los afectados, que tienen ya edades comprendidas entre los 60 y los 75 años, se muestran conformes con lo que abonarán, a partes iguales, la compañía aseguradora del instalador que manipuló días antes el cuadro eléctrico donde se originaron las llamas y la compañía suministradora, señalada igualmente por los defectos detectados en la instalación del inmueble.
Mismo caso, distinta decisión
Hasta seis tribunales distintos han sabido de las reclamaciones originadas a raíz del incendio.
Así, los propietarios actuaron en 2005 contra los inquilinos para rescindir sus contratos amparándose en que se trataba de un siniestro que requería obras que excedían el 50% del valor de las viviendas.
Tal reclamación contra Elsa fracasó tanto en el Juzgado de primera instancia nº 2 como en la Sección Cuarta de la Audiencia provincial, imperando la reconvención planteada por sus abogados del tinerfeño Bufete De la Vega. Sin embargo, y a pesar que las sentencias llevan fecha de 2006 y 2007, los propietarios siguen sin habilitar la vivienda para que Elsa vuelva a habitarla.
Lo más chocante es que, el mismo caso con la única variación de que el inquilino era Deogracias, obtuvo el resultado contrario tanto en el nº 9 como en la Sección Primera.
La reclamación
Finalizados los procesos anteriores, en diciembre de 2007 llegó al fin la oportunidad de plantear la reclamación de daños por parte de los inquilinos, dirigida en principio contra los propietarios y el instalador.
Sin embargo, se vio de nuevo aplazada a la espera de la resolución de otro proceso, dirigido por la aseguradora -que ya había pagado- contra la eléctrica y el instalador.
Como quiera que la Audiencia condenó a instalador y compañía como responsables, tal sentencia sirve de base al acuerdo con los inquilinos, a la espera de su ratificación por la jueza.
[apunte]
Aquellos héroes en el Callejón del Combate
Un portavoz del Consorcio de Bomberos lo definió como el peor incendio en pisos que tenía lugar en Santa Cruz de Tenerife en el último cuarto de siglo. Aquel 19 de febrero de 2004 era un día gris en que todo parecía salir mal. Las llamas surgidas en un cuadro eléctrico se propagaron velozmente aquella mañana por el edificio que hacía esquina entre Teobaldo Power y el callejón del Combate, y hasta los propios bomberos tuvieron problemas de acceso con las nuevas pilonas para las calles peatonales del reciente plan Urban.
Pero si no hubo víctimas mortales fue por la actuación decidida de un policía local de nombre Juan Antonio y por el bombero Carlos Rodríguez, cuya heroica iniciativa salvó la vida tanto de Elsa como de Dolores y su hija, atrapadas por las llamas. Mientras las lenguas de fuego salían por los balcones al estallido de las bombonas de butano, ambos abrieron un agujero desde un piso superior por donde salvaron a las afectadas. Los dos fueron justamente condecorados.
[/apunte]