TINERFE FUMERO | Santa Cruz de Tenerife

La inquietud profesional de un agente de la Policía Local de El Paso se encuentra en el origen de la reciente sentencia dictada por la Audiencia provincial contra dos vecinos de dicho municipio por un delito medioambiental.

Como recordarán los lectores, dicho tribunal considera probado que ambos vecinos vertieron durante al menos una década todo tipo de materiales a un terreno de su propiedad para rellenar el hueco dejado por su lícito negocio de extracción de áridos.

Este supervertido llegó a ocupar unos 15.000 metros cuadrados de superficie, para una densidad estimada en nada menos que 100.000 metros cúbicos.

Según consta en el citado documento judicial, dicho agente observó “un tráfico frecuente de camiones con basura que llegaban al lugar”, por lo que se decidió a realizar una inspección ocular.

A buen seguro que el funcionario no daba crédito cuando comprobó que allí se depositaban “extintores, electrodomésticos, vehículos, tallos de plátano, etc, advirtiendo incluso que a su presencia salía humo por la combustión o putrefacción, señalando que, en general, los residuos estaban todos mezclados”.

Tras la denuncia del policía local intervinieron en el caso Medio Ambiente de la Caldera de Taburiente y el Seprona de la Guardia Civil, recabando entre otros pruebas suficientes para que un juzgado de Instrucción de Los Llanos de Aridane precintara definitivamente el lugar en 2009.