ÁNGELES RIOBO | Santa Cruz de Tenerife
Conseguir un espacio público de unos 50.000 metros cuadrados, diáfano, peatonal y en pleno centro de la capital tinerfeña, es uno de los objetivos más ambiciosos que pretende el proyecto de la Vía Litoral de Santa Cruz de Tenerife.
Esta infraestructura contempla el paso soterrado de los vehículos desde el barranco de Santos hasta la avenida Francisco La Roche, antiguo tramo de la avenida de Anaga. El trazado oficial precisa de un espacio que actualmente ocupan seis laureles de indias ubicados en al comienzo de la avenida, por ser la zona en la que el túnel sale a la superficie para conectar con la avenida.
El proyecto obliga, por tanto, al trasplante de los árboles diez metros más atrás de su actual ubicación. Por tal motivo, un grupo de vecinos de Santa Cruz, formado por un ingeniero técnico de Telecomunicaciones, Mariano Reymundo; la arquitecta bioclimática Araceli Reymundo, y el arquitecto Joaquín Galera, ha presentado a las autoridades responsables del proyecto, la Consejería de Obras Públicas del Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Santa Cruz, una alternativa que consideran “más económica y sostenible y que no precisa el cambio de ubicación de los laureles de indias”.
La alternativa prevé un cambio en el trazado de la vía soterrada, consistente en el adelantamiento de la salida del túnel al exterior antes de la zona donde en la actualidad se encuentran los árboles de gran porte en cuestión.
Por tanto, con esta propuesta no habría necesidad, según sus defensores, de mover los laureles. “De esta manera se ahorrarían costes porque no es creíble que desde el Ayuntamiento defiendan que trasladar una empresa desde la Península, con su maquinaria, para mover árboles de unas 100 toneladas de peso y unos 70 metros lineales de raíces cada uno, no incremente el presupuesto de la acción”, advierten los técnicos que defienden la propuesta alternativa.
Asimismo, subrayan que, los 2.000 metros cuadrados de una explanada de 50.000 -lo que supone apenas un 4% más de metros cuadrados- que se ganan en la propuesta oficial, no compensa la posible afección de los laureles y la construcción de más metros de túnel.
“Con nuestra propuesta se ahorrarían el traslado de los árboles, la construcción de 150 metros de túnel, la expropiación de la concesión del restaurante chino y podrían utilizar ese presupuesto para una explanada para la que aún no hay destinada partida económica”, aseveran.
Este grupo de técnicos añade que al diseño actual de la Vía Litoral le falta visión de futuro, tanto a corto plazo, porque no se sabe cómo se va a acabar la superficie y no hay partida presupuestaria para ello; como a largo plazo, al no se saberse por dónde discurrirá finalmente la segunda fase de la vía cuyo trazado prevé el paso subterráneo desde el Auditorio hasta el Club Náutico.
Túnel abierto
Otro de los matices que añaden los vecinos en su propuesta es que el túnel subterráneo sea abierto en la franja de talud inutilizado que existe entre la acera más próxima al mar de la avenida de Anaga y el espacio de la autoridad portuaria, porque se ahorrarían costes.
“¿Por qué cerrar un túnel con un muro de contención si se puede abrir al muelle consiguiendo iluminación y ventilación natural? Esto podría disminuir la altura del túnel y evitar el consumo energético de los extractores de humo”, sugieren.
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Ganar explanada y ahorrar fondos
Como muestra la imagen, el trazado oficial con los árboles a trasplantar destacados en amarillo. Estos laureles deben ser rodados 10 metros hacia atrás. La plataforma ciudadana defiende que, con su propuesta, el dinero que se ahorraría podría destinarse a finalizar el acabado de la explanada y a evitar algunos recortes en áreas básicas como sanidad y educación.
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