OPINIÓN >

El petróleo, un debate increíble, estúpido e irresponsable > Ignacio González Santiago

La polémica sobre el petróleo pone de manifiesto la estupidez humana. Mientras Marruecos realiza las catas previas a la explotación del petróleo en las aguas entre ambos países, en nuestro lado, como unos mariachis desafinados, seguimos inmersos en un debate increíble, estúpido e irresponsable sobre los supuestos males de la extracción del petróleo. Increíble, porque digo yo que no somos los primeros que tenemos petróleo, y los demás no se lo tomaron tan mal como nosotros, que parece que sea una desgracia en vez de una gran suerte; sencillamente, lo extrajeron y se aprovecharon de sus beneficios para mejorar las condiciones de vida de su gente. Estúpido, porque, mientras Marruecos corre y nos adelanta, nosotros seguimos discutiendo si es bueno o malo sacar el petróleo, sin darnos cuenta que la pregunta no es si lo sacamos o no, sino si lo sacamos nosotros también, o dejamos que lo hagan ellos solos. E irresponsable porque 650.000 canarios y canarias son pobres, y 342.000 no tienen trabajo. La llamada en el resto del mundo normal fiebre del oro negro aquí se ha convertido en una calentura que ha hecho perder por completo el sentido de la realidad a parte de nuestra clase política, que, enloquecida, no ve más allá de su costa. Nuestra gente no se merece esta locura y nos exige a los políticos que aprovechemos todos los recursos a nuestra disposición para crear empleo y mejorar las condiciones de vida en unas Islas que se han empobrecido drásticamente con la crisis económica y de las que comienzan a marcharse las mejores personas, las más jóvenes y preparadas, a buscarse la vida fuera, como ya pasó hace años. La pérdida de nuestro capital humano mejor formado, en el que hemos invertido grandes recursos educativos y económicos, es una lacra que hipotecará nuestro desarrollo futuro. La paradoja es que nuestra juventud se va a los países que sí explotan sus recursos naturales, y pronto lo harán a Marruecos, a trabajar en las plataformas petrolíferas en las aguas marroquíes, al otro lado de la mediana entre los dos países. Canarias, si no recuperamos enseguida la cordura, se convertirá en pocos años en una colonia económica marroquí. El petróleo es una gran oportunidad, quizás la última, que no debemos perder, sino utilizarlo con inteligencia para capitalizar nuestra economía y poner en marcha nuevos sectores productivos de futuro, como el de las energías limpias, que sustituirán pronto a las fósiles. Petróleo significa riqueza, empleo y bienestar; no explotarlo sería increíble, estúpido e irresponsable.

*Presidente del Centro Canario Nacionalista (CCN) y diputado en el Parlamento de Canarias