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Arico ya tiene la única planta en las Islas que recicla aparatos eléctricos

Se han invertido más de seis millones de euros sobre 5.300 metros cuadrados de superficie en suelo cedido por el Cabildo. / DA

NICOLÁS DORTA | Arico

El Complejo Medioambiental de Arico acumula cientos de neveras, televisores y otros aparatos. En Canarias se pueden reunir al año unos 160.000 frigoríficos inutilizados. Hasta el momento poco se podía hacer con este material pero a partir de ahora se aprovechará para convertirlo en materia prima: hierro, cobre, aluminio o plástico. Esto será posible gracias a la nueva planta de tratamiento de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos que se ha hecho en Arico, por la cesión de suelo del Cabildo y la autorización del Gobierno de Canarias a la empresa canaria E Waste, que prevé poner en funcionamiento las instalaciones el día 20 de este mes, aunque su apertura será paulatina.

Ayer visitó la nave industrial la viceconsejera de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias, Guacimara Medina, acompañada del director general de Protección de la Naturaleza, José Fernández; la consejera de Medio Ambiente del Cabildo, Ana Lupe Mora; el consejero insular de Sostenibilidad de Residuos, Miguel Díaz-Llanos, y la alcaldesa de Arico Olivia Delgado, acompañados por los responsables de la empresa E-Waste, que llevará a cabo la gestión de esta actividad y la Fundación Canaria para el Reciclaje.

Se trata de la primera planta de este tipo que se construye en Canarias, pues hasta el momento el material se quedaba acumulado, incluso en vertederos, o se trasladaba a la Península, “aunque en este caso poco”, indicó José Fernández, quien apuntó a este periódico que la operatividad de esta instalación resulta clave para evitar que los gases contaminantes de las neveras lleguen a la atmósfera. “El gas que contienen los frigoríficos contamina como el de los coches con 15.000 kilómetros”, añadió. Igualmente el fósforo que hay dentro de un televisor es capaz de contaminar hasta 80.000 litros de agua, según el Cabildo.

El director general de Protección de la Naturaleza quiso destacar igualmente, la salida laboral que ofrece la planta para más de 20 puestos de trabajo cualificados que trabajarán en esta nueva instalación, entre ellos, el 20% de la plantilla serán personas en exclusión social o con alguna discapacidad.

Así, desde el Gobierno de Canarias se apoya “este tipo de iniciativas que además de generar empleo suponen un ejemplo a las políticas de reciclado y tratamiento de residuos para evitar más contaminación”, agregó José Fernández.

Nuevo modelo de negocio

La obra para construir esta planta de reciclado ha requerido una inversión superior a los seis millones de euros y 5.300 metros cuadrados de superficie cedidos por el Cabildo en el suelo industrial. Por su parte, el consejero de Sostenibilidad de Recursos, Miguel Díaz-Llanos, aseguró que esta nueva planta supone la constatación de que los residuos “han pasado a ser el negocio del presente y del futuro”. “A mayor innovación, más beneficios para el Medio Ambiente y, en Tenerife, se dan las circunstancias ideales para llevarlo a cabo con la tecnología más avanzada e innovadora”, subrayó.

Para Díaz-Llanos la Isla está “más avanzada” que el resto del Estado en cuanto al tratamiento de los residuos y, además, “con esta iniciativa más empresas tendrán más posibilidades de negocio con un alto valor medioambiental”. Para David Bustabad, director gerente de E-Waste, “este proyecto supone un fuerte impulso para el desarrollo de una industria del reciclado en Canarias gracias a un modelo de negocio en el que conviven lo social, económico y ambiental; y que requiere el compromiso para evitar que estos residuos queden enterrados en un vertedero”.

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“Descontaminar”

La planta de tratamiento tiene capacidad para 97 tipos de residuos englobados en grandes y pequeños electrodomésticos; equipos de informática y telecomunicaciones; aparatos electrónicos de consumo; aparatos de alumbrado; herramientas eléctricas y electrónicas; juguetes o equipos deportivos y de tiempo libre; aparatos médicos; instrumentos de vigilancia y control, y máquinas expendedoras. Todo ello mediante las últimas tecnologías existentes en el mercado, lo que convierte la planta de Canarias en una de las más modernas y avanzadas de Europa. Mediante el proceso de descontaminación con tecnología alemana, los aparatos, electrónicos pasan varias fases en cadena hasta convertirse en aluminio, hierro, cobre o plástico, para su posterior comercialización. La inversión en esta idea novedosa en las islas ha obtenido el Premio a la Innovación Empresarial, un galardón otorgado por la Fundación Fyde de CajaCanarias y la Consejería de Economía y Hacienda del Gobierno Autónomo de Canarias.

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