NICOLÁS DORTA | Arona

El Ayuntamiento de Arona ha multado con 750 euros a los relaciones públicas por ejercer esta actividad en la vía municipal frente a restaurantes y locales. Si reinciden la sanción será de 1.500 euros. Esta diligencia, que la hace la Policía Local, ya ha afectado a unas 30 personas y “se aplica como respuesta a las demandas de los comerciantes contra la venta ambulante y esta actividad”. Así lo confirmó ayer el concejal del Seguridad, Manuel Reverón, quien se basa en una ordenanza local reguladora de actividades en la vía pública. En Adeje ocurre lo mismo, aunque las sanciones son menores: entre 60 y 600 euros.

A juicio de Reverón, los relaciones públicas “molestan al turista”, porque “a nadie le gusta que le paren constantemente por la calle mientras está de vacaciones”, e insiste en que los comerciantes “lo han pedido en más de una ocasión en reuniones que hemos mantenido”, dijo el edil.

Por su parte, desde Asocio (Asociación de Ocio y Restauración del Sur de Tenerife) argumentan que la medida les parece desproporcionada “para los tiempos que corren” y “sobre todo teniendo en cuenta la cantidad de inmigrantes que campan a sus anchas, vendiendo relojes y demás artículos, mujeres de color ofreciendo servicio de peluquería en plena calle, y asiáticos por las playas vendiendo refrescos y servicio de masaje”, relatan. A juicio de este colectivo, esa es la verdadera venta ambulante la que “no paga impuestos” y “sí acosa a los turistas”, no los relaciones públicas. Asocio dice que a pesar de que el turismo registra buena ocupación no hay excesivo trabajo en los restantes, “por lo que el personal de los locales espera a los clientes en la puerta invitándolos a entrar”. Igualmente, el presidente de la Asociación de Comerciantes y Empresarios de Arona, Antonio Luis Núñez, pide “que se regule esta actividad”, con cursos, para que el relaciones públicas se convierta en “una especie de guía”.