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Combinación en busca de fortaleza

Instalación con generadores eólicos de electricidad, en el ITER (polígono industrial de Granadilla). / DA

JUAN MANUEL PARDELLAS | Santa Cruz de Tenerife

Con el 30,9% de paro, el peor registro de España, si no fuera por Andalucía, a Canarias no le puede ir peor. Cuanto más negro parecía su futuro económico, el turismo se dispara como una locomotora y aparecen dos posibles nuevas vías de ingresos, que, bien gestionadas, pueden hacer de esta tierra un espacio de oportunidad para todos, donde el boom inmobiliario deje paso al energético.
Mientras en el resto del país se habla del próximo estallido de la burbuja energética, en las Islas se cuenta con dos ventajas que catapultan al Archipiélago sobre el resto de zonas del país: más horas de sol y viento, y la posibilidad de que la compañía Repsol encuentre petróleo en una de las nueve casillas delimitadas a 60 kilómetros de las costas de Lanzarote y Fuerteventura.

La primera opción acaba de sufrir un parón por el Real Decreto 1/2012, que desincentiva la inversión en energías limpias, aunque el ministro de Industria, José Manuel Soria, canario y profundo conocedor de las Islas, sabe y dice que habrá un reglamento expreso para estas Islas, o sea, una nueva norma que mantenga las primas a la generación con medios verdes en Canarias. “Las renovables crean empleo de calidad, mejoran la balanza comercial, reducen emisiones, con ellas se ahorra dinero, disminuyen las enfermedades y, por tanto, los costes sanitarios”, defiende Enrique Rodríguez de Azero, presidente de la Asociación de Empresarios de Energías Renovables.

“Galicia produce 3.000 megavatios de eólica, Murcia 350 de solar y nosotros estamos a la cola, pero con las mejores condiciones de todo el país”, se lamenta. Este empresario canario es defensor del prestigio que al destino vacacional Canarias añadiría que éste además se pueda identificar en el mundo como un lugar con energías limpias, en la senda de la marca CO2=0.

“Nos diferenciaríamos enseguida de nuestros competidores, más baratos, sí, pero también más contaminantes”.

Ese factor -insiste- “cada vez pesará más a la hora de tomar decisiones sobre a dónde nos vamos de vacaciones”. “Las renovables no compiten con las convencionales; son complementarias; la palabra clave en todo esto es la eficiencia energética”, defiende Santiago Marín, director de Red Eléctrica de España en Canarias. Marín reclama la complementariedad de los sistemas. Y explica: “Los aerogeneradores en junio están el 80% por encima de su potencia, y en enero por debajo… En esos instantes las renovables necesitan de las convencionales para que el sistema funcione bien”.

Y prosigue la misma fuente: “Lo mismo ocurre con la solar, donde el paso de una simple nube puede hacer caer la producción de una planta del 80% al 20% de su capacidad, y ¿qué hacemos entonces? La integración de las renovables en un sistema eléctrico es un problema de potencia, no de suministro”.

Santiago Marín es defensor de una gran campaña para que los ciudadanos tomen conciencia de lo caro que resulta producir energía en sistemas aislados como los de Canarias. “Tiene que haber conciencia en la parte del consumo”, apoyó Rodríguez de Azero.

Fecha clave

“Estamos ante un momento económico histórico en Canarias”, aseguró Ricardo Guerrero, profesor del Máster de Energías Renovables de la Universidad de La Laguna.

“Antes, el turismo venció a la agricultura, con menos utilización de suelo y más productividad. Las condiciones climáticas lo propiciaron; ahora es igual”, advierte.

“Hubo desarrollo turístico porque lo que teníamos no daba para todos; ahora es igual. El siglo XXI es el de la revolución energética, y eso traerá cambios muy profundos en nuestro actual modelo económico”.

Guerrero ve varias fuentes de riqueza, si se apostara de lleno por las renovables en Canarias.

Primero, “tenemos una gran posibilidad de exportar nuestra experiencia, como con la central hidroeólica de El Hierro, o como expertos en técnicas para integrar la producción de renovables en sistemas eléctricos convencionales. En esto seríamos la vanguardia mundial”.

Opina igual Ignacio Nuez, doctor en Ingeniería Industrial por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que recuerda los usos de la madera en 1503 y cómo el carbón la sustituyó hasta la llegada masiva del petróleo. Lo mismo pasó con la agricultura y, luego, el turismo.

Espacio ocupado para la generación de energía fotovoltaica, en Tenerife. / DA

Ayudas para las Islas

“Reclamar lo que le corresponde a Canarias y exigir que en el Archipiélago sigan las ayudas a las renovables no es ir de pedigüeños”, aclaró Rodríguez de Azero.

Sostiene que “es simplemente hacer valer la normativa que ya existe, y que se cumpla la ley”. “Canarias es singular”, añadió Santiago Marín.

“Son sistemas eléctricos aislados, pequeños, frágiles, con un elevado coste. El decreto recién aprobado trata de combatir un déficit eléctrico que en Canarias no se da, donde la generación de energía eólica es más barata que la convencional… Iría en contra de la propia norma”, reconoce la misma fuente.

Ricardo Guerreo añade: “El Gobierno nos ha enviado una alerta; la política se retira del mundo de la energía”, y recalca: “Solo Tenerife dispone de más de 20 kilómetros cuadrados en techos de edificios y tejados de casas ociosos. Ahí tenemos una oportunidad enorme”. “Somos muy conscientes de que este tren no lo podemos perder y estamos obligados a pensar y a actuar por la Canarias que queremos dejarle a nuestros hijos dentro de 50 años”, resume Claudio Palmes, el joven gerente de Banana Energy y experto en energías limpias.

De Azero y Santiago Marín son defensores de los principios y de los objetivos marcados en el Plan Energético de Canarias (Pecan).

“Es un documento perfectamente válido, y con el que nos queda el reto de incorporar al sistema el 30% de renovables salvando dos escollos: el almacenamiento y la interconexión entre Islas”.

“A más de 100 dólares el barril estamos económica y moralmente obligados a quitarnos el petróleo de encima”, insiste el ingeniero Ignacio Nuez.

“No es que las renovables sean maravillosas; es que es nuestra obligación potenciarlas”.

Los cinco expertos radicados en Canarias aceptaron el reto de la consejera de Empleo, Industria y Comercio del Gobierno de esta Comunidad Autónoma, Margarita Ramos, y de su viceconsejera de Industria, Francisca Luengo, de debatir y aportar propuestas y soluciones, lo que ocurrió el pasado martes, en el marco del Año Mundial de la Energía Sostenible y en una cita de debate celebrada en el salón de actos de Presidencia del Gobierno de Canarias, en la capital tinerfeña.

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El peor registro

Canarias lo tiene muy crudo, nunca mejor dicho, y ello es así por el tiempo que le queda de dependencia extrema de combustibles fósiles como el fuel-oil para la generación de electricidad, que el gas natural todavía tardará en llegar a las Islas entre tres y cuatro años, en todo caso, primero en Tenerife, tal y como ha asegurado José Manuel Guirao, director técnico de la empresa Gascan. Pero además lo tiene muy crudo por el retraso que acumula en el último decenio en decisiones administrativas y planes de inversión, públicos y privados, relacionados con la instalación de medios de generación eléctrica a través de energías renovables, en cuyo ámbito el retraso que muestra la foto fija del Archipiélago a 31 de diciembre de 2010 es para asustarse, con sólo el 9% de la potencia total instalada destinada a la producción atribuible a renovables: el 5% del global de Canarias en eólica y el 4% en solar. Estos porcentajes aún son bajos y dan tremendo susto si se comparan con el escenario de la Península, donde, siempre según datos oficiales difundidos por Red Eléctrica de España (REE), la potencia instalada de renovables alcanza nada menos que el 41% del potencial global.

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