El presidente del gobierno, don Mariano Rajoy, ha anunciado duras medidas de ajuste para salir de la crisis. La ciudadanía permanece expectante ante la naturaleza de estas medidas para saber cuántos agujeros más habrá que hacerle al cinturón. Y mientras todos esperamos, y por lo que pueda venir, muchos ya se están planteando si no será un riesgo invertir un euro en salir de casa a tomarse un café. Ya hay incluso quien comienza a tener un poco de miedo por sus pequeños ahorros de toda la vida y por la posibilidad de que en España se pueda producir una especie de “corralito”, como el de Argentina en 2002. Pero ¿qué hacer con nuestro dinero? ¿Meterlo en un fondo de inversión? ¿Meterlo en el fondo de un colchón?

Creo que es una cuestión de perfiles económicos. Si tus ahorros son fruto del trabajo de muchos años y piensas que no vas a tener que recurrir a ellos a medio plazo, un depósito puede ser una opción interesante.

Recuerda que teniendo ese dinero en casa debajo de una baldosa corres el riesgo de perderlo o que te lo roben y además no va a generar ningún tipo de interés. En cambio, si tu dinero es resultado de una serie de negocios o de favores políticos de esos que te lleva un rato explicar a tu mujer, es mejor dejarlo en casa. Pero ¿dónde?

Estas cosas hay que pensarlas bien si uno no quiere llevarse un disgusto. Piensa que si lo metes dentro de las cajas vacías de tu colección de Perdidos en DVD ya puedes tener claro que tu sobrino se la va a pedir a tu mujer justo en el momento en que estés de viaje de negocios por algún paraíso fiscal. Así que ojo, nada de jarrones, ni calcetines, ni detrás de cuadros porque no son seguros y la gente ya lo ha visto en muchas películas de espionaje. Recurre a algún amigo al que le hayan tocado 5 o 6 loterías y pídele consejo. Y recuerda además sacar algo de tu cuenta corriente de vez en cuando, que no parezca que vives del aire.

Eso sí, al menos consume. Hazlo al menos por todos aquellos a los que no les va a quedar más espacio en el cinturón para hacer agujeros.