NORBERTO CHIJEB | CANDELARIA

El obispo Bernardo Álvarez dedicó gran parte de su homilía a ensalzar a los ancianos y, aunque recordó que El día de éstos es el 26 de julio (San Joaquín y Santa Ana, los abuelos de Jesús), no quiso dejar pasar la festividad de Candelaria para recordar que denomina “día ascendente” cuando se pasa de la tercera edad, “cuando la persona se va desmoronando por fuera pero creciendo por dentro” y hizo un sentido llamamiento a la clase política haciendo “un llamamiento, que no un reproche” -significó- para que “se ponga en funcionamiento la ley de Dependencia, una de las buenas leyes hechas para los mayores, pero que no sirve sin dinero”, alertando que “muchas familias no saben que se necesitan 1.200 ó 1.300 euros para mantener a un anciano en una residencia y con la beneficiencia no basta”. Remarcó el obispo que “necesitamos más subvenciones, porque las residencias de mayores terminarán endeudándose y llegará el momento que tengan que cerrar”.

El obispo de la Diócesis Nivariense hizo con anterioridad un cántico a la ancianidad, recordano que el Papá Juan XXIII lo fue con ochenta años y cuando todos le bautizaban como un “Papá de transición” terminó renovando la Iglesia con el Concilio Vaticano II.

“Ya quisiera yo tener su entusiasmo y su energía con esa edad”, comentó Bernardo Álvarez, a la vez que también recordaba la ancianidad del actuar Papa, Benedicto XVI, criticando que en la actualidad “muchos quieren mantenerse joven a base de gastar dinerales, que bien podrían gastárselos en otras cosas. Ese afán de riqueza es el que tiene de cabeza a esta sociedad”.